Automatrícula sin elección

Soy estudiante de arquitectura y confieso que aún siendo éste mi quinto curso sólo me he matriculado de asignaturas de cuarto. Qué os voy a contar, la vida..., no tengo mejor excusa. Siento subir el tono, pero me fastidia tener que sentirme culpable cada vez que tengo que matricularme por haber tomado decisiones, mis decisiones (a ver si se enteran que la carrera me la saco yo), que finalmente en este fatídico día cristalizan en una desigualdad de oportunidades frente no sé muy bien a quiénes porque no quiero restar méritos a mis compañeros (las comparaciones son odiosas).

Fui convocada para la automatrícula el día 24 de septiembre, no se sabe muy bien siguiendo qué criterio, ya que corrían varias leyendas urbanas que jamás sabremos si son ciertas. La crisis arranca en el momento en el que los muy cobardes te plantan delante de un ordenador (pobre, él no te puede dar explicaciones y lo disculpas) al que le pides enérgicamente que te haga el favor de no hacerse el remolón, que no es el momento y te matricule de Urbanismo en el grupo B-2. Los niveles de adrenalina que soportas en ese momento son inenarrables pero no desconocidos, lo superarás. Entonces intro y... automáticamente sin opción a réplica posible porque estás atrapada en un desierto mudo de mentes software sin discernimiento posible, tu grupo de Urbanismo es el D-2.

¡Señoras, señores, pasen y vean! De una asignatura con siete grupos (A, B-1, B-2, C, D-1, D-2) me toca el último, el que nadie ha querido, ¿Por qué será? (éste es otro tema del que hablar). No quiero ni puedo ir a esa clase, entre otras porque no es la decisión que yo he tomado; sin embargo, sí tengo que pagarla como si lo fuera y como si realmente hubiese podido elegir de entre los siete grupos que me habían ofertado.

Esto mismo me ha pasado con cuatro asignaturas más; en total tengo siete, así que aquí estoy reclamando derechos que creía que eran míos sin tener que demostrar nada a nadie. ¡Deseadme suerte!