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Entrevista:MERCEDES RODRÍGUEZ PIÑERO | Presidenta del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales

"Hay que modernizar y cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales"

El Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) ha cumplido esta semana 20 años. Este organismo de carácter tripartito, integrado por la Administración, los empresarios y los sindicatos, fue creado como consecuencia de los primeros acuerdos de concertación a nivel nacional. Su presidenta, Mercedes Rodríguez Piñero analiza su funcionamiento y muestras orgullosa los últimos resultados obtenidos: más de 8,4 millones de horas de huega se evitaron en Andalucía desde 1999 gracias a la negociación colectiva y al Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Colectivos Laborales. Además, el 51,41% de la población asalariada andaluza está amparada por convenio.

Pregunta. En estos 20 años, ¿cuál ha sido el mayor obstáculo que ha tenido el CARL?

"La cultura de la prevención de riesgos laborales debía darse en los colegios"
"La concertación social es, sin duda, el motor de desarrollo de Andalucia"

Respuesta: Creo que para el CARL el mayor obstáculo es la propia capacidad de reacción que tiene que tener ante la rápida evolución del sistema de relaciones laborales. En estos 20 años ha habido transformaciones fundamentales y esenciales en el sistema socioeconómico, se han producido fenómenos importantísimos, como la globalización, las nuevas tecnologías... y eso es lo más difícil que hemos tenido que afrontar.

P. ¿Y lo más fácil?, ¿Su mayor éxito?

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R. El mayor éxito. La capacidad de consenso y diálogo, de legitimación de las posturas y el respeto. Creo que el admitir que existen ideas diferentes pero que esas ideas son respetables, las puedo comprender y puedo llegar a un acuerdo, incluso a partir de la diferencia. Y el funcionar para adentro, el supeditar los propios éxitos exteriores a la eficacia. Este organismo nace para ser eficaz frente a todo, y supeditando o sacrificando ciertos elementos externos que a todos nos gustan, quiero decir, los éxitos puntuales.

P. Quizás eso hace que el CARL sea poco conocido

R. Ante el público general si, porque ha sido muy interno. Pero el CARL ha dado un paso al exterior, como una institución de sistema de solución de conflictos. A partir de ese momento nuestro trabajo ya no es sólo interno, sino que trabajamos directamente con los empresarios y con los trabajadores. Por este organismo pasan miles de personas para intentar solucionar los conflictos.

P. Realmente el trabajador sabe de su existencia.

R. Está empezando a ser un instrumento muy conocido en el ámbito laboral y un instrumento fundamental, junto con la negociación colectiva y el sistema de solución de conflictos.

P. Este organismo nació como consecuencia del primer acuerdo de concertación. ¿Qué valoración hace de la actual concertación en Andalucía.

R. Yo creo que es el motor de desarrollo de Andalucía. Lo creo sinceramente. Es un modelo y así lo reconoce la comunidad europea y lo están reconociendo instancias internacionales.

P. Pero se critica que la concertación en Andalucía sirve para sostener el sistema, y para financiar, en definitiva, a las organizaciones que lo firman.

R. Yo te puedo ejemplificar las obligaciones que se asumen en la concertación en mi organismo, y creo que es un sistema idóneo. Creo que es el más útil, y lo dice la UE, y lo dice la OIT (Organización Internacional del Trabajo) . Además, es el instrumento, independientemente de las revisiones que se puedan hacer, pero ahora mismo es el modelo idóneo.

P. El CARL está en la Comisión de Seguridad e Higiene en el Trabajo. ¿Qué resultados ha tenido a la vista de las cifras de siniestros de este año?

R. Tenemos un año terrible, pero si examinamos los datos ves que los índices de siniestralidad en Andalucía están disminuyendo. Lo que pasa es que con que haya un sólo muerto es una tragedia.

P. Pero van más de 40 muertos este año...

R. Si, y eso es lo que se está analizando. Habrá que ver las causas. El problema es que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es un instrumento que hay que modernizar y, desde luego, hay que intentar que se cumpla en todos sus extremos. En la comisión precisamente lo que se está haciendo es intentar ver los planes de la Inspección de Trabajo para establecer otros en materia de prevención y condiciones de trabajo.

P. ¿Qué es lo que está fallando realmente, el empresario por no aplicar la legalidad y las normas, o es el trabajador el que no está adaptado?

R. Lo que está fallando es la cultura de la prevención. La cultura de la prevención tendría que darse en los colegios. Quiero decir que la prevención en el trabajo es un problema de todos y responsabilidad de todos y que todos debemos asumir unas mínimas materias de prevención en nuestro trabajo a nivel de formación y de cultura, y creo que eso es una asignatura que habría que implantar.

P. Como especialista en Derecho, ¿la judicialización de esos accidentes y la mayor penalización de las responsabilidades cree que sería una solución?

R. Independientemente de que cualquier parte o cualquier persona tenga una responsabilidad, y tenga que acudir a la vía que está en el Código Penal, creo que es mucho más importante la política de prevención. Lo que hay que evitar es que se produzcan los accidentes, eso es fundamental, hacer todo el hincapié en las medidas preventivas, en la cultura de la prevención y en que la gente cumpla las obligaciones.

P ¿Que podría hacer el CARL en asuntos como el de la tabacalera Altadis?

R. Es un conflicto que excede de nuestras competencias. Hay conflictos laborales puros y duros y conflictos laborales que tienen un alto matiz político, donde las soluciones no son soluciones laborales, sino soluciones políticas. La posibilidad de la solución de Altadis está en manos del Gobierno de la nación, fundamentalmente.Una empresa que ha tenido beneficios, que no tenía problemas laborales... han sido decisiones absolutamente empresariales por encima del marco autonómico, y está en manos de decisiones políticas, dentro del marco político y económico, y no del marco laboral. Nosotros somos un organismo puramente laboral.

P. Pero intervinieron en en caso de Boliden.

R. En Boliden se intervino pero fue a nivel de colaboración, con una visita que hicimos al Consejo de Administración en Suecia. Pero con las empresas multinacionales las soluciones son muy difíciles y escapan de nuestro ámbito de actuación. Yo creo que es importantísimo ahora mismo establecer un marco de relaciones laborales a nivel europeo.

"La solución para Altadis la tiene el Gobierno central"

P. Recientemente ha empezado a funcionar el Servicio Andaluz de Empleo, ¿Cree que esta transferencia ayudará resolver el paro estructural de la región?

R. Va a mejorarlo y mucho, porque lo que no se ha hecho es asumir el modelo, sino hacer un modelo absolutamente nuevo. El cambio no ha sido un cambio de yo pongo aquí los papeles y me los llevo a otro lado, donde los papeles se van a gestionar igual. Se ha hecho un organismo integral, con políticas de empleo, de formación, de desarrollo empresarial... Aunque los frutos no se van a ver a corto plazo.

P. ¿Qué nuevos tipos de conflictos han surgido en los últimos años en las relaciones laborales?

R. Los problemas que se vienen repitiendo o que más están incidiendo en el ámbito laboral son por una parte de organización de trabajo, derivados de la interpretación de los convenios colectivos, que cada vez son más complejos. Los convenios colectivos hasta hace cuatro o cinco años eran unos textos que pasaban de año en año y que lo único que tenían eran los horarios y los temas salariales. Desde la reforma de 1994 se les delega muchísimas competencias, y, además, muchas obligaciones.

P. ¿Hay algún aspecto concreto que sea realmente novedoso en la negociación colectiva?

R. Se plantean temas de movilidades, fundamentalmente. Temas de organización del trabajo, de clasificaciones profesionales. Y los grandes problemas que se plantean son de readaptación. Otro de los elementos que están incidiendo mucho en los convenios colectivos es el establecer instrumentos para la estabilidad en el empleo, que impliquen modificaciones de contratos. Un modelo que en Andalucía además tiene muchísima importancia es el de los contratos de los fijos-discontinuos, entre otras cosas por la propia importancia que tienen en sectores como la agricultura y la hostelería.

P. ¿En qué se cierran más las empresas y en qué los trabajadores en la negociación colectiva?

R. El trabajo y el horario son dos elementos importantísimos. Y en última instancia la calidad de vida, que no es un problema laboral. La sociedad está exigiendo cada vez más una mayor calidad de vida, e incluso las nuevas tecnologías están colaborando a reducir los tiempos de trabajo. Las jornadas de trabajo en Andalucía están en 1.715 horas y el año pasado eran de 1.730 horas. Lo que llamamosflexibilidad negociada: introducir posibilidades de una gestión más flexible del tiempo de trabajo. Muchas veces es más importante que sea flexible la utilización de ese tiempo de trabajo, que el que la jornada sea de 40 o de 35 horas.

P. ¿Qué solución tiene el conflicto de los interinos de la Administración andaluza?

R. Vivimos en un Estado de derecho y la función pública constitucionalmente exige unos requisitos para permanecer fija en ella, y esos requisitos implican el respeto de los derechos de los interinos y el del resto de ciudadanos. El problema no es sólo de voluntad política, que creo que la hay, es un problema de voluntad dentro del marco del derecho.

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