Ordenadores apagados, a trabajar
La informática distribuida explota las máquinas infrautilizadas para ahorrar tiempo y dinero
El ordenador más potente del mundo no es una máquina gigantesca que realiza tareas complejísimas; es una red de cuatro millones de PC domésticos que buscan vida extraterrestre y a los que no se les permite descansar. La nueva era de la informática distribuida ha llegado a las empresas, que sólo utilizan el 60% de la capacidad de sus máquinas. Morgan Stanley y Telefónica ya han instalado estas redes.
Una entidad financiera que utiliza durante 24 horas todos sus PC ha reducido el proceso de cálculos complejos de 4 minutos a 15 segundos
Si usted está leyendo este artículo hoy, en su casa, es probable que el ordenador que utiliza cada día en su trabajo esté apagado. Eso significa que su empresa está desperdiciando la capacidad de procesar información de su PC cuando podría utilizarla para realizar cálculos complejos, o incluso para revenderla a terceros. La consultora Forrester asegura que las empresas se gastan un total de 49.000 millones de dólares al año en comprar máquinas, tanto grandes servidores como ordenadores de sobremesa. Y gran parte de ese dinero acaba en la basura: los jefes de informática reconocen que utilizan, como mucho, el 60% de la capacidad de proceso de esas máquinas.
La industria informática ha encontrado una solución para aprovechar esa capacidad de computación que nadie usa. El nombre, en inglés, es grid computing, y en español se suele traducir por informática distribuida. La palabra grid significa rejilla, y se trata, básicamente, de crear superordenadores conectando ordenadores normales. El ejemplo más conocido es la red que ha montado SETI para buscar vida extraterrestre inteligente: el organismo ha conectado los PC de cuatro millones de personas de todo el mundo, logrando crear el ordenador virtual más poderoso del planeta. En la tarea de descifrar el genoma humano también se ha utilizado un sistema similar. "Se trata de usar todas esas horas muertas de ordenadores apagados e infrautilizados en beneficio de la humanidad", explica Isidro Cano, gerente de Alta Computación en Hewlett-Packard.
La idea del grid ha abandonado ya el mundo científico y académico para interesar a las grandes empresas. Hay tres sectores especialmente activos: el financiero, el farmacéutico y el manufacturero. El 75% de los proyectos grid se realizan en estas tres áreas, según un análisis de la consultora estadounidense Grupo 451. Son compañías que requieren gran capacidad de proceso en momentos críticos -cierre de la Bolsa, fin del ejercicio fiscal, investigación de fármacos, planificación de una fábrica...-. Y eso significa que necesitan superordenadores sólo en determinados casos.
Beneficios y problemas
En un momento generalizado de crisis, ninguna empresa quiere comprar un carísimo servidor sólo para utilizarlo de vez en cuando. Conscientes de ello, las compañías de hardware y software comienzan a ofrecer soluciones grid para que las empresas utilicen grandes capacidades de proceso sólo cuando lo necesiten.
¿Qué beneficios concretos tiene una red grid? IBM cuenta que, al instalar la suya, ha ahorrado, desde 1994, 16.500 millones de dólares, frente a una inversión de 5.600 millones. La compañía ha ido limando gastos y tiempo en pequeñas cosas, como los días para el cierre contable -de 18 a 7- o el número de redes -de 31 a una-. Juan Carlos Martínez, director de Soluciones para el mercado financiero en IBM España, explica que, por ejemplo, una entidad financiera que está explotando durante 24 horas todos sus PC ha conseguido reducir el tiempo de proceso de cálculos complejos -como la exposición al riesgo de un mercado- de cuatro minutos a 15 segundos. IBM ha firmado más de 100 contratos grid, con compañías como Morgan Stanley, Charles Schwab o Royal Dutch Shell.
Hewlett-Packard, por su parte, ha conectado los centros de supercomputación de Cataluña (CESCA) y Galicia (CESGA) para que cada una aproveche los recursos inutilizados de la otra. En junio, según explica la revista Computing, la grid realizó en nueve horas una investigación que, en el caso de haber utilizado un solo servidor, habría necesitado el trabajo ininterrumpido de un mes.
El resto de los grandes fabricantes de equipos -como Sun- y programas -como Microsoft y Oracle- también han anunciado estrategias en este mercado. Pero no es sólo un nicho de las grandes multinacionales. El mallorquín Joan Massó es uno de los pioneros en este negocio, ya que fundó su empresa, Grid Systems, en febrero de 2000. Su compañía -que ha pasado de tres a 50 empleados en este periodo- ya ha implantado redes grid en Telefónica, EADS o la Universidad Politécnica de Valencia.
Hay problemas importantes que solucionar. El que más preocupa a los fabricantes es la estandarización, ya que hay aplicaciones que no son distribuibles. "Ningún cliente quiere oír que debe tirar todo lo que tiene y empezar de cero", explica Tom Hawk, responsable mundial de Grid Computing en IBM. Hay también problemas relacionados con la seguridad: compartir recursos por Internet supone arriesgarse a que los ordenadores sean atacados por virus o piratas informáticos.
Quizá el problema más importante, en todo caso, sea cultural. "Los usuarios", explica un análisis de Profit/Gartner, "temen perder el control de sus ordenadores o recortar sus presupuestos". Y es que a los directores de informática, que son quienes deben decidir sobre la implantación de esta tecnología, no les gusta saber que parte del recorte de gastos les afectará a ellos: IBM ha reducido el número de responsables técnicos de 128 a uno.
Los expertos creen, por tanto, que la nueva era de la informática distribuida camina aún en taca-taca. "Por ahora", opina Neil Macehinter, analista de Ovum en Londres, "se usa en aplicaciones nicho y se trata más de reducir costes que de incrementar la competitividad". La mayoría sitúa en 2007 la fecha del despegue, pero todos creen que es un fenómeno imparable. "El siguiente paso en el desarrollo de Internet es el grid computing", asegura Profit, "ya que permite acceder a los recursos sin importar dónde estén. El grid unirá a la comunidad científica y comercial como nunca antes se había visto".
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