Mueren dos personas en Tortosa al estrellarse su avioneta contra el suelo
El piloto era un policía local con amplia experiencia aeronáutica
Josep Maria Sánchez, un policía local de Tortosa (Tarragona) de 41 años, casado y padre de tres hijas, y Virgil C., un ciudadano rumano de 40 años, resultaron muertos ayer al caer en picado y estrellarse la avioneta en la que viajaban. La nave era propiedad del primero. Testigos presenciales del accidente aseguraron que oyeron cómo el motor de la avioneta se paraba de repente en el aire y cómo ésta iniciaba un descenso mortal.
Los investigadores barajaban ayer como posible causa del siniestro mortal que el piloto de la avioneta tratara de realizar un aterrizaje de emergencia en el campo donde finalmente se accidentó al surgir problemas en su avión.
La investigación del accidente la lleva la Guardia Civil, cuerpo que ayer se puso en contacto con la Dirección General de Aviación Civil para obtener más datos sobre el aparato siniestrado con el propósito de poder determinar las causas del accidente.
Conocidos de Josep Maria Sánchez citados por la agencia Efe señalaban ayer que el policía local
había transformado su avioneta en un ultraligero en los últimos tiempos. Sánchez era un auténtico apasionado de la aeronáutica, hasta el punto de que tenía un campo de aterrizaje propio desde el que ayer mismo por la mañana había despegado acompañado de Virgil C.
Sol radiante y sin viento
El suceso ocurrió alrededor de la una de la tarde de ayer. Las condiciones meteorológicas en las comarcas catalanas del Ebro eran muy buenas: lucía un sol radiante y no soplaba ni una brizna de viento.
La avioneta propiedad de Josep Maria Sánchez inició un vertiginoso descenso por razones que todavía se desconocen y se estrelló en un campo de trigo en el camino del Ligallo de Chies, en el término de Vinallop, junto a la carretera C-12. Sánchez, policía local de Tortosa desde hacía 20 años y padre de tres hijas, era, según sus allegados, un piloto experimentado.
Joan Tomás Estorach, testigo del suceso, aseguró que tras dar dos vueltas por encima del campo donde finalmente cayó, el motor de la avioneta dejó de escucharse de repente y el aparato inició su caída libre.
El avión no se incendió tras golpear el suelo pero sus dos ocupantes fallecieron por la violencia del impacto. Hasta el lugar del accidente, que fue comunicado inmediatamente por unos operarios que trabajaban en la finca donde cayó el avión y que presenciaron el siniestro, se desplazaron unidades de la Guardia Civil, de los Mossos d'Esquadra y de los Bomberos de la Generalitat.
La mayoría de accidentes aéreos tiene como protagonista a avionetas. En el último accidente mortal de una aeronave de estas características, ocurrido en Vélez-Málaga el 29 de agosto pasado, murieron cuatro personas. Ese mismo mes, el día 8, otro aparato se estrello en Lugo. Sus dos ocupantes fallecieron.
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