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La oposición en pleno deja solo a Alonso en Vitoria

El debate del estado de la ciudad dejó patente ayer la falta de apoyos del Partido Popular para gobernar en Vitoria. El alcalde, Alfonso Alonso, reiteró su oferta a toda la oposición para llegar a un "pacto de ciudad" en los asuntos más importantes. Todos los demás partidos reaccionaron de manera unánime al recalcar "la soledad" en que ha quedado el PP y la percepción general de que "cada vez se ha ganado más enemigos". El PSE, que respaldó su investidura y le ha apoyado en los últimos años, ve paralelismos en la forma de actuar entre Alonso e Ibarretxe.

Vitoria repasa la actualidad municipal cada año con un debate general. En la primera jornada, ayer, sólo intervino el alcalde. Hoy le responderá toda la oposición y Alonso tendrá derecho a una contrarréplica. El primer edil, que gobierna en minoría con nueve concejales sobre un total de 27, repitió su obligada llamada para buscar apoyos, pero sigue sin encontrarlos, ni siquiera en el PSE-EE, el grupo que le apoyó en las cuestiones principales en el anterior mandato. Los socialistas rechazan su propuesta porque entienden que el PP sólo busca "un mayordomo, un chico de equipajes".

El alcalde invitó a superar "las discrepancias profundas" con los grupos. No obstante, recordó esas diferencias al principio de su discurso al acusar a "otras instituciones", en alusión al Gobierno vasco y a la Mesa del Parlamento, de tener "una doble moral" por "defender de palabra de las víctimas y de obra a los verdugos". Acto seguido, pidió "el apoyo de los diferentes grupos políticos".

Los nacionalistas se sintieron aludidos. Mikel Martínez, el portavoz del PNV, consideró "insultante y provocador" el discurso de Alonso. "Se convierte en fiel servidor de Madrid y en ariete político de Mayor Oreja, y se instala en esa gran mentira de compararnos con la violencia terrorista", señaló el edil nacionalista, para quien la oferta de un pacto de ciudad "son fuegos artificiales".

El alcalde reservó parte importante de su intervención a rechazar el plan Ibarretxe, cuyo éxito, según Alonso, convertiría al País Vasco en "una burbuja llena de incertidumbres" y a Vitoria "en un lugar poco recomendable para visitar, invertir y vivir". El primer edil declaró a Vitoria "rebelde con ese proyecto". "Será un freno a la política de homogeneización ideológica que pretende el Gobierno vasco", avanzó. También acusó al Ejecutivo autónomo de practicar el centralismo y de "intentar acaparar todas las competencias, le correspondan o no".

En cuanto a la gestión municipal, Alonso repasó los resultados del anterior mandato y la calificó de "revulsivo" para la ciudad, en especial en materia de vivienda. Aunque la idea de municipalizar los más de seis millones de metros cuadrados de Salburua y Zabalgana para construir más de 20.000 pisos pertenece a su anetcesor en el cargo, el nacionalista José Ángel Cuerda, Alonso abanderó ayer la idea de "una nueva política que ha provocado una revolución urbanística sin precedentes". Se propuso adjudicar unos 5.500 pisos en este cuatrienio.

El PNV reaccionó al discurso de Alonso apreciando un "remake del debate del año pasado" y aseguró que el primer edil cae en un "doble fracaso" porque propone ahora iniciativas que rechazó cuando accedió al cargo, como en cuestiones de vivienda (la urbanización del Sur o el aumento de densidades en Salburua y Zabalgana para construir un total de 2.800 pisos más). "Ha sido el discurso de la soledad", constató Mikel Martínez.

Paralelismos con Ibarretxe

El socialista Juan Carlos Alonso observó paralelismos entre el discurso del alcalde y el del lehendakari Ibarretxe al defender su plan hace una semana. "Ninguno tiene mayoría suficiente, apelan al diálogo, a subirse a su caballo. Y repiten el mismo final: mi proyecto es fantástico, pero los demás no me ayudan". El PSE observó que "cada vez menguan más" los apoyos del PP en el Ayuntamiento y que suscita "unanimidad" entre los demás partidos y la sociedad: entre "los arquitectos, los empresarios, los conductores,..."

José Navas, portavoz de Izquierda Unida, coincidió con el resto de la oposición en que el PP en Vitoria "no sólo no suma, sino que resta socialmente apoyos y se gana cada vez más enemistades". Y apuntó también a la responsabilidad del PSE: "Las deficiencias del Gobierno están contaminando a quien ha posibilidado su investidura", dijo.

Antxon Belakortu, único concejal de EA, observó que el alcalde presentó la ciudad como Alicia en el país de las maravillas. "Le veo triste, débil. ¿Cómo va a llevar a cabo todos sus proyectos?", se preguntó.

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