Inauguración entre protestas

Los políticos acudieron ayer, por tercera vez en poco más de un año, al nuevo hospital Materno Infantil de la Comunidad de Madrid. En esta ocasión, el motivo de la visita era la inauguración oficial del edificio, en el que ya han nacido más de 100 niños en la última semana. Al acto asistieron el alcalde de Madrid y presidente regional en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón; la ministra de Sanidad, Ana Pastor, y el consejero de Sanidad, Alfredo Macho. La inauguración no escapó a las protestas de un grupo de trabajadores, que abuchearon a las autoridades.

El nuevo edificio es obra de los arquitectos Rafael Moneo y José María de la Mata, cuenta con nueve plantas, más de 300 camas y está atendido por una plantilla de más de mil trabajadores. El coste del hospital ha sido de 92 millones de euros, a los que hay que sumar otros 23 para equiparlo técnicamente. El Banco Europeo de Desarrollo ha contribuido a su financiación con 38 millones.

El nuevo hospital Materno Infantil atiende a una población de un millón de personas del centro y este de Madrid capital y del este de la región. Ha sido construido sobre la antigua Maternidad de O'Donnell, que fue dinamitada en 1999 para que el nuevo centro sanitario sea una realidad tras 33 meses de obras.

Ruiz-Gallardón mostró en el turno de los discursos su satisfacción por la culminación de "muchos esfuerzos y dificultades" que ha supuesto el nuevo hospital. El regidor de Madrid calificó de "referente de excelencia sanitaria" al nuevo hospital y lo puso como ejemplo de los beneficios que las transferencias sanitarias, por las que el Gobierno regional recibió del Estado la gestión de la sanidad pública en enero de 2002, han reportado para los madrileños.

Por su parte, la ministra de Sanidad y Consumo destacó la "apuesta por la modernidad" que representa la nueva maternidad, de la que alabó su apuesta por ser "un modelo de calidad" en la prestación de los servicios sanitarios. Pastor tuvo un recuerdo para la antigua Maternidad de O'Donnell, de la que resaltó que entre los años 1956 y 1999 uno de cada diez madrileños nacía en ella. Por último, la ministra de Sanidad destacó que actualmente España es uno de los países del mundo con "menor tasa de mortalidad infantil gracias al alto nivel asistencial que se ofrece en los primeros días de vida de los bebés".

El consejero de Sanidad en funciones, Alfredo Macho, dedicó su discurso a destacar "la perfecta simbiosis" que, en su opinión, logra el nuevo hospital entre "la arquitectura de vanguardia" y la funcionalidad.

Rafael Moneo, responsable del proyecto, manifestó su satisfacción por haber diseñado un edificio "que mira al futuro" y en el que por primera vez verán la luz muchos recién nacidos. "Una maternidad es por naturaleza un edificio optimista y por ello hemos utilizado materiales que, como el cristal nacarado, transmiten ese optimismo", declaró Moneo.

Los sindicatos UGT y CC OO aprovecharon el acto para mostrar su oposición a algunas decisiones tomadas por la dirección del hospital hasta el momento. Un centenar de trabajadores del hospital Gregorio Marañón, del que depende la maternidad, se manifestaron a la puerta del nuevo edificio a la llegada de las autoridades, a las que recibieron con gritos y abucheos.

"¡Fuera, fuera!", "¡no privatización, empleo público!" y "¡es un cachondeo la obra de Moneo!" fueron los tres lemas más coreados por los manifestantes. Las protestas hicieron que la policía estableciera un cordón de seguridad para que las autoridades pudieran desplazarse por el hospital.

Félix Saiz, secretario general de UGT en el Gregorio Marañón, denunció que "el hospital ha privatizado el servicio de limpieza del Materno Infantil en lugar de crear empleo público" y criticó las "deficiencias que presenta el nuevo centro sanitario".

El de ayer fue el tercer acto político que en poco más de un año se celebra en el nuevo hospital Materno Infantil. El primero fue en verano de 2002, cuando Ruiz-Gallardón, acompañado por el entonces consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, visitó oficialmente las obras cuando aún faltaba un año para su inauguración. Pocas semanas antes de las elecciones regionales del pasado mayo, Ruiz-Gallardón acudió de nuevo al centro, en esta ocasión para "recepcionar las obras", según dijo entonces. La de ayer, la inauguración oficial, llega cuando el hospital ya funciona a pleno rendimiento desde hace dos semanas.