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Pickman ofrece a los empleados ceder la marca a un comprador

Los representantes de Pickman La Cartuja de Sevilla anunciaron ayer a los sindicatos y a las administraciones central y autonómica que estarán dispuestos a ceder la marca de la firma de loza a un posible comprador, lo que según la UGT y CCOO, abre la posibilidad de una salida negociada a su actual crisis. Al término de una reunión celebrada entre las Administraciones central y autonómica, la empresa y los representantes de los trabajadores, la UGT y CCOO coincidieron en que el resultado ha sido "importante" porque al menos todas las partes coinciden en que es posible una salida para la fábrica y para sus 132 empleados si surge un nuevo empresario interesado en el proyecto.

El responsable de Comisiones Obreras, Juan Antonio Florido, explicó que han manifestado su acuerdo en que "hay una posibilidad de dar una salida negociada al conflicto", algo que también han compartido los representantes de la familia Ruiz de Alda, dueños de la firma de la loza. Por parte sindical, según expuso, se planteó la necesidad de que la empresa no tome ninguna medida laboral y continúe pagando los salarios al menos el tiempo suficiente hasta que surja un nuevo empresario.

Posible regulación

"La figura de un nuevo empresario es clave", reiteró Florido, quien recordó que se han dado un plazo de días para ver como evoluciona la situación y para que la Administración acelere los contactos empresariales con posibles interesados en la compra. Además, Pickman La Cartuja, según dijo, se ha comprometido a comunicar la próxima semana si adoptarán alguna medida laboral, en referencia a un posible Expediente de Regulación de Empleo (ERE), o no.

El secretario de Política Sindical de la Federación del Metal, Construcción y Afines de la UGT, Ramón Uribe, explicó que la empresa les manifestó que no cuenta con liquidez suficiente para abonar las nóminas más allá del 31 de octubre. Por parte de la Administración central y autonómica, según señaló, se alcanzó el compromiso de acelerar los contactos para ver si existen empresarios interesados en la factoría de loza y en el rescate de la marca, y si es así, convocar una nueva reunión para alcanzar una solución definitiva.

El conflicto en Pickman se inició a principios del pasado febrero cuando Rumasa -perteneciente a Patrimonio del Estado- ejecutó la garantía hipotecaria que tenía sobre los terrenos de la fábrica, lo que llevó a su propietario, Alvaro Ruiz de Alda, a despedir a los 132 trabajadores con el argumento de un cambio de titularidad de la empresa sevillana. No obstante, el Juzgado de lo Social 11 de Sevilla declaró el pasado junio nulos los despidos de los trabajadores afectados por el cierre de la empresa y decretó la readmisión "inmediata" de estos empleados y el cobro de los salarios desde febrero. Desde entonces los trabajadores están sin trabajar aunque cobran sus salarios.

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