_
_
_
_
Reportaje:LA INSEGURIDAD CIUDADANA

El 'padrón' de los delincuentes

Interior gestiona la mayoría de las bases de datos policiales pero cada cuerpo tiene la suya sobre investigaciones en marcha

Jorge A. Rodríguez

Los asesinatos de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes y el conocimiento de que la policía británica envió en 1998, antes de ambos crímenes, un informe somero sobre Tony Alexander King, ha abierto un debate sobre qué se puede hacer con las informaciones referidas a personas "potencialmente peligrosas", aunque hayan saldado sus cuentas con la justicia y no estén incursos en una investigación. Y también ha levantado una escandalera por el hecho de que la Guardia Civil (que llevó ambos casos) nunca supo que la policía había localizado y empadronado al agresor británico en Mijas, tras conocer que era un peligro potencial para las mujeres.

Ya se sabe que la Guardia Civil "nunca" sospechó de King, que el informe británico de 1998 no incluía antecedentes ni fue incluido en ninguna base de datos española, que la policía inglesa no pidió su detención, que la legislación española impedía almacenar el informe King y que éste se olvidó y nadie se acordó que podía encajar en el perfil del doble asesino.

El fichero Adextra de extranjeros permitió localizar a King en Mijas en noviembre de 1997
Más información
Interior plantea crear un fichero con personas "de riesgo" aun con antecedentes cancelados
Los juristas advierten de que un fichero de personas de "riesgo" puede vulnerar los derechos

Pero la tesis en circulación apunta a que si el instituto armado lo hubiera sabido quizás lo habría detenido y se hubiera evitado la muerte de Carabantes, pero para ello hubiera sido necesario que guardias y policías compartieran sus bases de datos y sus investigaciones sobre el caso. Unos ficheros sí los comparten, pero los internos, los de investigaciones en marcha, no. Éstas son las bases comunes para todos y las que son de cada uno, según explicó ayer el Ministerio del Interior.

- SIS-Sirene. Incluye información del espacio Schengen, desde robos de coches a protección de personas. La gestiona la Secretaría de Estado de Seguridad con datos de todos los cuerpos, incluidos los autonómicos y Vigilancia Aduanera. Todos pueden consultarla. Lleva seis años y en ella no están ni el Reino Unido ni Irlanda.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

- Perpol-BDSN. Es la Base de Datos de Señalamientos Nacionales, gestionada por la Secretaría de Estado. Incluye datos de reclamaciones judiciales nacionales e internacionales, medidas de seguridad judiciales (prohibición de salir de España). La alimentan guardias y policías y, con reservas, participan las policías autonómicas. Incluye los datos que no están en la anterior.

- Adextra. Es la base de datos de extranjeros. La consulta es compartida y gracias a ella pudo saberse que King había iniciado el 7 de noviembre de 1997 los trámites en la Comisaría de Fuengirola para regular su situación. Gracias a ello se supo que King tenía su domicilio en Las Verónicas, 2, Riviera del Sol (Málaga).

- Pepol. Es una base de datos muy sensible, con datos sobre terrorismo (se llama Pepol-Unidad Policía-Terrorismo). La ceban la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. En ellas se incluyen las pesquisas que dirige la Audiencia Nacional.

- SAID. Sistema Automatizado de Identificación Dactilar. Está gestionada por la policía pero todos los cuerpos pueden introducir datos. Es accesible para consultas por parte de los dos cuerpos policiales. Es un gran banco de datos de huellas dactilares.

- SAIB. Sistema Automatizado de Identificación Balística. En realidad no es un solo fichero, sino que cada cuerpo tiene el suyo, aunque existe "un interconector de búsquedas" que permite cruzar datos y consultas mutuas.

- Hipest. Hechos de Interés Policial y Estadístico. No vale a efectos de investigación. Es un cúmulo de datos sobre evolución de la delincuencia, que no incluye ni un nombre. Sólo tablas estadísticas. Antes se compartía pero ahora cada cuerpo aporta la parte que le toca y, al final, recibe las estadísticas ya elaboradas.

- SRI-Senda. En realidad son dos y apenas llevan un año en coordinación. La primera se llama Sistema de Registro de Investigaciones en Materia de Drogas y la segunda, Sistema de Análisis, Evaluación y Explotación de las Operaciones Policiales en Materia de Drogas. La coordina el Plan Nacional sobre Drogas y es de acceso general para los cuerpos de investigación.

- Interpol. Existe en Madrid una Oficina Central Nacional de Interpol que recibe y envía los requerimientos sobre personas buscadas por la policía de cualquiera de los 181 países miembros. La gestiona la policía pero la Guardia Civil tiene oficiales de enlace para que puedan hacer sus propias consultas. Exige que la central de Lyon o la policía del país requerido conteste a la solicitud. Interpol ya está cambiando su base de datos por otra llamada I 7/24, con la que se pueden interconectar en tiempo real un policía de Togo con otro de Madrid, por ejemplo.

- GATI. Grupo de Análisis y Tratamiento de Información. Es de la policía y en ella están los datos de sus investigaciones y pesquisas. En el caso de que haya consulta expresa, sí se cruzan los datos, y también cuando realizan investigaciones conjuntas.

- Intpol-Europj. Es como la anterior pero propiedad de la Guardia Civil. Ésta y el GATI van a su aire, como también van a su aire las que cada grupo de investigación crea para su conocimiento y efectos. Tampoco se comparten las bases de ADN.

El director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso (izquierda), y el de la Policía, Agustín Díaz de Mera, ayer.
El director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso (izquierda), y el de la Policía, Agustín Díaz de Mera, ayer.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_