Un siglo volando
El aficionado puede revivir los primeros años de la aviación con una selección de aparatos históricos
Un total de 12 segundos de vuelo fueron suficientes para cambiar el mundo. El próximo 17 de diciembre se celebrará el primer centenario de la hazaña conseguida por los hermanos Orville y Willbur Wright al convertir el sueño de la humanidad en una realidad tangible. El cacharro se llamaba Wright Flyer, voló 37 metros a una altura máxima de dos. Ahora los aficionados a Flight Simulator pueden revivir ese momento en la nueva edición del simulador más longevo del mundo del videojuego.
Como manda la tradición, cada dos años se lanza una versión actualizada del simulador de vuelo comercial de Microsoft. Habitualmente los cambios se centran en el apartado gráfico, pero desde la versión de 2000, en la que se alcanzó un elevado nivel de realismo, la compañía de Bill Gates ha preferido dar más relevancia a la inclusión de nuevas opciones, como el control de tráfico aéreo o la meteorología dinámica. No significa esto que se haya descuidado la representación de los escenarios y aeroplanos, que en la versión de 2004 lucen un excelente aspecto, sólo que si se comparan las distintas ediciones los cambios a simple vista son menos perceptibles y han originado la crítica de aquellos que basan la adquisición de la nueva versión en el aspecto visual.
Flight Simulator 2004: A Century of Flight
Desarrolla: Microsoft
Distribuye: Microsoft
Plataforma: Windows
Género: Simulador
Edad recomendada: Todos los públicos
Precio: 70 euros
Internet: www.microsoft.com
/games/flightsimulator
Quienes, por el contrario, sepan encontrar dónde está el alma de esta nueva entrega, descubrirán que los avances conseguidos bien merecen actualizarse. El eje central de Flight Simulator 2004 es la celebración del primer centenario de la aviación. Por ello se ha incluido una selección de aviones históricos a disposición del usuario. El más curioso es el Wright Flyer. Todos los modelos simulan el aspecto visual y el comportamiento real, y el del Flyer es realmente llamativo. Cualquier intento de ascender por encima de dos metros de altura o de realizar un giro termina con un invariable encontronazo con el suelo. El conseguido sonido del arcaico motor que mueve las dos hélices no transmite otra cosa que inseguridad. Para los amantes de volar es una experiencia original. Otros aviones incluidos de serie, además de los miles de modelos creados por aficionados que se pueden descargar gratuitamente desde Internet, son el Douglas DC-3, tantas veces aparecido en clásicos del cine; el Ryan Spirit of St. Louis, con el que Lindbergh voló en solitario desde Nueva York a París en sólo 33 horas, y el Ford Tri-motor con el que se creó la primera línea aérea entre Nueva York y Los Ángeles, entre otros. De nuevo, respecto a los aviones actuales, Microsoft se olvida que Airbus existe y no incluye ningún modelo de los reactores de pasajeros del consorcio europeo.
Donde se ha dado un paso de gigante ha sido en la representación de la meteorología, especialmente de los distintos tipos de nubes. Los cúmulos y los cirros son esponjosos y cuanto más cerca están más bonitos son, mostrando un aspecto vaporoso no visto hasta la fecha. La luz solar ahora incide sobre las nubes, concediéndoles ese tono naranja en los amaneceres y las puestas de sol. La descarga continua de la meteorología del mundo real a través de Internet se hace de forma transparente para el usuario si así lo desea, lo que conforma cielos espectaculares, con varias capas de nubes de distinto tipo y grosor que afectan al comportamiento del vuelo.
El control de tráfico aéreo se ha mejorado notablemente. Ya es posible solicitar un cambio de pista de aterrizaje o que el controlador indique mediante vectores el camino hasta el aeropuerto. La mejor disposición de los elementos de generación automática, como los árboles y casas, y la inclusión de un GPS réplica del verdadero componen algunas de las mejoras que unidas a lo anteriormente comentado dan peso específico a la actualización y la convierten en digna candidata para el cambio.
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