La comunidad internauta considera un triunfo el resultado de la votación
El próximo paso en el proceso de codecisión corresponde al Consejo que debe pronunciarse el 10 de noviembre
Tras la confusión, llegó la alegría. Cerca de las tres de la tarde del miércoles de la semana pasada saltaba la noticia: el pleno del Parlamento Europeo aprobaba con una amplia mayoría (361 votos) la directiva de las invenciones implementadas en ordenador pero con tantas enmiendas -más de 50- y radicalmente distintas a la propuesta original que frenaba las patentes de software en Europa.
La comunidad linuxera no cabía en sí de gozo: los políticos avalaban sus tesis. Una noticia que coincidía, en España, con la inauguración del Congreso Hispalinux, celebrado en Madrid.
"Valoramos muy positivamente el resultado. Ha sido una muy grata sorpresa ver que nuestros diputados son sensibles a lo que reivindica el sector", aseguraba Roberto Santos, vicepresidente de Hispalinux.
No eran los únicos. El grupo Proinnova, convocante de las protestas en España, felicitaba en un comunicado a los parlamentarios europeos y tildaba el resultado de la votación de "histórico, pues es la primera vez que una coalición amplia (que incluye a partidos de todo el arco parlamentario) vota en contra de la (hasta hoy) permanente extensión del ámbito de las patentes y otras formas de restricción del conocimiento libre y abierto".
De hecho, el grupo verde -los principales patrocinadores de este movimiento en la Eurocámara- votó en bloque en contra porque considera que se está utilizando la directiva como "un caballo de Troya" para introducir la patentabilidad en los programas informáticos, y asegura que abre la vía hacia un sistema como el estadounidense, informa Sandro Pozzi.
ProInnova también invitaba a los gobiernos nacionales y a la Comisión a considerar esta votación a fondo, y a "estudiar los problemas que acarrearía a la industria y al desarrollo de la sociedad de la información" en Europa.
"Nos sentimos orgullosos de que nuestros políticos hayan dedicado a este tema la atención que se merece, hayan entendido los problemas que plantea y hayan votado valientemente la opción más conveniente para la sociedad", decía el comunicado de la Asociación de Internautas.
Semanas de protestas
En las últimas semanas, los detractores de las patentes de software hicieron frente común. Al cierre temporal de más de 3.800 páginas se sumaron las manifestaciones en Bruselas, Estrasburgo, Madrid, Zaragoza... y el apoyo de más de 160.000 ciudadanos, organizaciones y empresas.
La confederación europea de sindicatos (CES) rechazaba el borrador de directiva y remitía al comisario de política interior una carta en la que mostraba su preocupación por la posibilidad de que el texto fuera aprobado.
Linus Torvalds, creador de Linux, enviaba al presidente de la Eurocámara un escrito en el que solicitaba enmiendas que frenen el impacto sobre sus programas y el sector informático.
El sentimiento general es que han ganado una batalla, pero falta terminar la guerra. El texto aprobado no es definitivo. El próximo trámite será en el Consejo Europeo, que debe posicionarse en noviembre. El debate, tal y como ocurrió en el Parlamento, será complejo: hay opiniones contrapuestas.
"La primera reflexión que deberíamos hacer es por qué esta directiva ha causado tanto revuelo", dijo el eurodiputado socialista Luis Berenguer durante el debate, quien añadió que los detractores de la propuesta no son sólo los lobbies, sino también expertos en patentes y profesores, "que no han mostrado agresividad, sino más bien preocupación por el futuro". Éstos ahora piden "que la Comisión y el Consejo acaten la voluntad del pueblo soberano".
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