La lluvia convierte Madrid en un caos de tráfico
Un muerto y casi 90 heridos en los más de 400 accidentes de tráfico registrados en Madrid
Más lluvia en un solo día que en los últimos tres meses. Eso es lo que ocurrió ayer en Madrid, y las consecuencias se resumen en los siguientes datos: 150 kilómetros de atascos en las carreteras de entrada a la ciudad en plena hora punta, 400 accidentes de tráfico (cuatro veces más que un día cualquiera), 1 muerto y 87 heridos (cuatro de ellos graves), y miles de conductores desesperados. Los bomberos tuvieron que atender 118 peticiones de auxilio, sobre todo por caídas de cornisas, desprendimientos en fachadas y bolsas de agua en la calle. El servicio de Emergencias 112 recibió más de 3.000 llamadas.
Los peatones llegaron ayer encharcados a la oficina, y los conductores tuvieron que aguantar dos horas al volante sin avanzar un centímetro. Media ciudad llegó tarde al trabajo, y todo porque nadie parecía estar preparado para la primera jornada de lluvia del otoño. Lo peor se vivió en las autovías de entrada a Madrid: hasta 153 kilómetros de atasco sumaron las retenciones registradas en la carretera de A Coruña o la de Andalucía, y también en las vías de circunvalación M-30 y M-40. El efecto dominó trasladó los atascos al interior de la ciudad, en calles como Princesa, Moncloa y Cardenal Herrera Oria. Pero la desesperación no fue sólo matutina: pasadas las nueve de la noche, el diluvio continuaba y la carretera de Barcelona aún estaba atascada.
El accidente más aparatoso y que más heridos causó se produjo en plena hora punta, a las 8.30, en el kilómetro 8 de la carretera de A Coruña (N-VI), en sentido salida de Madrid. Un autobús interurbano que cubría la línea Madrid-Las Rozas chocó contra otro que lo precedía, provocando heridas a 28 pasajeros y desencadenando un atasco monumental que duró varias horas y se extendió al norte de la ciudad.
Dieciséis personas tuvieron que ser trasladadas a distintos centros hospitalarios: siete al Clínico San Carlos, dos a la clínica de la Concepción y otros siete al hospital Puerta de Hierro. El Samur movilizó varias ambulancias colectivas que habitualmente reserva a grandes catástrofes. Diez de los heridos hospitalizados fueron dados de alta a primera hora de la mañana. Volvieron a casa con el susto en el cuerpo, pero también con policontusiones y esguinces cervicales.
Otra de las grandes carreteras de entrada a la capital, la autopista de Andalucía (N-IV), registró el segundo siniestro del día, que terminó con dos mujeres heridas, una de ellas de gravedad. Sucedió poco antes de las siete de la mañana, a la altura del kilómetro 10: las dos mujeres salieron de repente de su vehículo y fueron arrolladas por sendos coches que no tuvieron tiempo de parar.
Una de las víctimas, de 40 años, sufrió un fuerte golpe en la cabeza y tuvo que ser intubada y estabilizada por los sanitarios del Samur, que finalmente la trasladaron de urgencia al hospital Doce de Octubre. Quedó ingresada con pronóstico grave. Su compañera presentaba una fractura abierta de hueso en una pierna y fue llevada al mismo centro hospitalario, con pronóstico reservado. El accidente provocó un atasco de 12 kilómetros en la N-IV.
Pero el accidente más funesto ocurrió en el kilómetro 31,800 de la M-501 (carretera de los pantanos), en el término de Navalagamella, cuando una furgoneta se salió de la vía y chocó contra un árbol. El conductor murió en el acto. En ese momento llovía intensamente.
En total, las carreteras de entrada y salida de la ciudad registraron, entre las ocho de la mañana y las cuatro de la tarde, 322 "alcances de tráfico": pequeños choques de chapa entre vehículos, colisiones sin consecuencias graves o deslizamientos en la calzada por la lluvia. Esa cifra supone más del triple de choques que en un día laboral normal. Y a ella hay que sumar los 60 accidentes que se produjeron en el interior de la ciudad con el resultado de 87 heridos, cuatro de ellos de gravedad. El Samur tuvo un 21% más de intervenciones que en jornadas precedentes.
Cornisas y balsas de agua
Los bomberos de la capital atendieron 118 peticiones de ayuda entre las 8.00 y las 20.00: más del doble de las que atienden habitualmente, según explicó un portavoz del Ayuntamiento. La mayor parte de las veces fue para sanear cornisas o fachadas de edificios en prevención de posibles desprendimientos, y también por balsas de agua en la vía pública. De hecho, tres de cada cuatro salidas estuvieron relacionadas con la lluvia que cayó intermitentemente durante todo el día.
En el resto de la región, los bomberos de la Comunidad tuvieron menos trabajo: apenas una docena de intervenciones, sobre todo por bolsas de agua en la calzada. El teléfono de Emergencias 112, que inauguró ayer su nueva macrosede en Pozuelo de Alarcón, recibió hasta las cuatro de la tarde 3.000 llamadas (el doble que en un día cualquiera).
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