Los empresarios no aprovechan el potencial de Barcelona para crear nuevos negocios

Barcelona reúne condiciones para convertirse en referente mundial de sectores con futuro. Pero las ciudades fuertes en los llamados clusters, o núcleos geográficos de empresas que operan en un mismo terreno y que son esenciales para espolear la riqueza y competitividad de una zona, no nacen, sino se hacen. Y a Barcelona le queda mucho por hacer. El diagnóstico de la escuela de negocios ESADE, elaborado para la Fundación Barcelona Digital, advierte de que la creación de empresas y de clusters topa con muros como dificultad de acceso a la financiación, una endeble internacionalización empresarial, estrategias enfocadas al corto plazo, escasa rivalidad, insuficientes planes de calidad, poca investigación y falta de crítica constructiva.

La retahíla de "males estructurales"que "dañan" el dinamismo de la competencia en Barcelona y que "limitan" la creación de empresas forma parte del contexto de inversión y de competencia en el que, según ESADE, se mueven los empresarios.

Este sombrío contexto coexiste con otro de manidas ventajas que los catalanes suelen dar por descontadas y que Eugenia Bieto, responsable del estudio, resume en la buena localización, el clima, la calidad de vida y la disponibilidad de personal cualificado, buenas instalaciones y buen clima empresarial. Esta otra cara de la moneda reaparece en algunos testimonios recogidos entre directivos de diversas multinacionales, como Hewlett-Packard, Nissan, Nestlé, Merryl Lynch y Boehringer Ingelheim. Pero no bastan para compensar las "carencias" de Barcelona.

Del trabajo de la escuela de negocios para la Fundación Barcelona Digital, de carácter privado y creada en 2002 para impulsar Barcelona y Cataluña como centros estratégicos en nuevas tecnologías y en implantación de nuevos negocios, se desprendre que el área metropolitana no está fuera de combate, pero se encuentra a medio camino de su potencial.

Por una parte, el trabajo presentado por la fundación, cuyo patronato preside Antoni Brufau y que apuntalan empresas como Telefónica, Microsoft y La Caixa, sugiere que la ciudad puede convertirse en referente en tres campos. En primer lugar en telemedicina, debido a su base de centros sanitarios de renombre. Otro terreno donde Barcelona puede aprovechar su experiencia es el del multilingüismo, debido al marco sociolingüístico catalán y a una formación universitaria considerada de calidad. La investigación en tecnologías que permiten la transmisión y recepción de datos sin contacto físico es la tercera y "prometedora" área de proyección de futuro.

Es en torno a estos tres ejes que el informe de ESADE propone potenciar el concepto de cluster, fundamental para la riqueza económica regional porque aumentan las exportaciones (Barcelona y su entorno generan el 28% de las exportaciones totales de España) y porque atraen inversión exterior (hoy existen 2.700 empresas extranjeras). Los clusters, que concentran en una misma zona a una serie de empresas e instituciones que funcionan interconectadas entre sí y que cooperan pese a competir en un mismo sector, generan sinergias y suman juntas más que por separado, en un contexto en el que la presencia de empresas extranjeras atiza la competitividad con las autóctonas. Así, la localización influye en la competitividad.

Sin embargo, para llegar ahí, el área metropolitana, con 4,3 millones de habitantes y un crecimiento medio de la riqueza del 3,8% entre 1996 y 2002, tendrá que superar obstáculos de peso.

Más capital riesgo

El denso y diversificado tejido empresarial de Barcelona chirría en "la interrelación entre industrias" y patina en la "falta de investigación" en su ámbito de influencia. La necesidad de que crezca el capital riesgo es imperiosa, ya que el 95% del que existe se destina a empresas ya en fase de crecimiento, cuando los proyectos que no han llegado a este punto reciben escasos recursos. El cuadro de problemas se completa con la petición de más innovación y de contar con empresas más internacionalizadas y más grandes.