"Bienvenidos al infierno"
La Real fue agasajada en el aeropuerto, pero hoy sentirá las llamas de los 70.000 hinchas del Galatasaray
Nada mas desembarcar en el aeropuerto Atatürk de Estambul, Nihat Kaveci, el delantero turco de la Real Sociedad, recibió de manos de un solícito funcionario un ramo de flores rojas y amarillas, los colores del Galatasaray. Nihat, un tanto azarado, lo recogió con una sonrisa. Probablemente será el único gesto de simpatía que reciba la Real, más allá de la cortesía protocolaria que exige la UEFA y que practican las directivas de los clubes en los grandes acontecimientos. Hoy, a partir de las 21. 45 horas (TVE-1), cuando el árbitro alemán Herbert Fandel pite el comienzo del partido, los jugadores de la Real verán esa pancarta que tienen a gala lucir los aficionados del Galatasaray para recibir a sus visitantes: Bienvenidos al infierno.
Un infierno que ha cambiado de lugar pero no de calor. El histórico Ali Sami Yen ha dejado su sitio al estadio olímpico Atatürk. El Galatasaray pierde así el sabor de la vetusta bombonera, donde los gritos se multiplicaban por diez, en un eco ensordecedor, pero gana afluencia. En las grandes citas, como ante el Fenerbahce turco, uno de sus dos grandes rivales en la Liga, ha llegado a reunir a 70.000 enfervorizados hinchas. Fatih Terim, técnico del Galatasaray, reconocía ayer que ellos prefieren jugar en el Ali Sami Yen, pero si les preguntan a los visitantes "seguro que prefieren el estadio olímpico. Pero hay que recordar que nuestros espectadores están batiendo récords", afirmó. Cierto: la entrada menor ha reunido a 51.000 espectadores ante el Genclerbirligi (el ex equipo de Geremi).
El infierno preocupa más a los seguidores que al equipo de la Real Sociedad. En la última jornada de la Liga turca de Segunda División, dos aficionados fueron apuñalados tras una refriega entre hinchadas rivales. En el campo, López Rekarte, quita hierro al asunto: "A estas alturas no puede preocuparnos la presión de la grada", dice; aunque reconoce que "quizá pueda llegar a influir en la actitud de los árbitros".
Deportivamente, prevalece la cautela. Terim se deshace en elogios a la Real, por su trayectoria en la Liga española la temporada pasada y la actual, por su rotunda superioridad frente al Olympiakos, "aunque ganara de penalti", y por la calidad de sus jugadores. Y entonces vuelve a aparecer el nombre de Nihat, el nuevo embajador del fútbol turco tras el idolatrado pero ya alicaído Hakan Sükür, ahora en el Galatasaray. Las reverencias a Nihat traspasan el origen de los colores deportivos. El delantero de la Real proviene del Besiktas, uno de los encarnecidos rivales del Galatasaray, aunque no tanto como el Fenerbahce cuyos derbis los definía ayer un responsable del Galatasaray "como si enfrentaran Vietnam del Norte y Vietnam del Sur".
Denoueix tampoco se ha salido del guión y piensa que el Galatasaray es algo más que el fruto del infierno de su afición, un buen equipo, habitual de la Liga de Campeones, que perdió por un raquítico 2-1 en Turín ante el Juventud, una derrota que Terim calificó ayer de "inadmisible" (aunque el adjetivo hay que ponerlo en cuarentena a juzgar por la libérrima interpretación del traductor oficial).
Lo cierto es que la victoria es imprescindible para el Galatasaray y golosa para la Real. Un triunfo del equipo donostiarra le situaría en puertas de la clasificación para octavos de final y prácticamente eliminaría al que es su principal rival para el segundo puesto, suponiendo que el Juventus imponga su condición de favorito. Denoueix sólo ha cambiado a Gabilondo (descartado en San Mamés) por Barkero en la convocatoria de 18 futbolistas que se encuentran en Turquía. Pero jugará De Pedro, resucitado en Bilbao donde arruinó todos los rumores y puso fin a su ostracismo. La alineación puede mostrar algunos cambios. Quizás Kvarme, más frontal, deje su lugar a Jáuregui, mas libre, y quizás Alkiza deje su puesto en el centro del campo a Aranburu. Y poco más. Terim maneja la duda de jugar con dos puntas clásicos (el ex realista Arif y el ídolo Sükür) o con uno solo, poblando el centro del campo con Batista en detrimento de Arif Erdem.
Galatasaray: Mondragón; César Prates, Bülent, Frank De Boer, Unsal; Sabri, Cihan, Ayhan, Hasan Sas ; Arif o Batista y Sükür.
Real Sociedad: Westerveld; L.ópez Rekarte, Schürrer, Jauregi, Aranzabal; Karpin, Xabi Alonso, Aranburu, De Pedro; Nihat y Kovacevic.
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