Fomento acomete las obras de un túnel de peaje bajo el parque de Juan Carlos I

Fomento ya ha abierto las dos bocas de entrada y salida del túnel de dos carriles en cada sentido que atravesará el parque de Juan Carlos I. Esta obra, de 3,88 kilómetros, forma parte de un ambicioso plan de mejoras de acceso al aeropuerto, que empalma además con la futura radial de peaje R-2, la que unirá Madrid con Guadalajara. Esta última se abrirá en los próximos días. Tanto el PSOE como IU denuncian que estas obras sólo buscan privatizar los accesos al aeropuerto, ya que los conductores que quieran acceder a la futura terminal y no deseen pagar tendrán que atravesar el casco urbano de Barajas.

El ministerio explica que las obras suponen "un nuevo y potente acceso al aeropuerto"

Los socialistas piden la gratuidad de las autopistas e IU exige explicaciones

Las obras de estos nuevos accesos (denominado técnicamente Eje aeropuerto, nuevos acceso al aeropuerto Madrid-Barajas) están siendo llevadas a cabo por la constructora OHL y tienen un presupuesto de 328 millones de euros.

Los trabajos constan de dos partes: por un lado, se construyen dos tramos de autopista de peaje: el primero entre la M-110 (carretera a La Moraleja) y la A-10 (la que une Barajas con la M-40), y el segundo, entre la A-10 y la M-40.

Entre ambos tramos suman unos 10 kilómetros de nuevas vías. Recorrer el primero costará 1,20 euros para los vehículos ligeros y 1,50 para los pesados, más IVA. El segundo tramo (3,8 kilómetros exclusivamente de peaje) se construirá como túnel bajo el parque de Juan Carlos I.

Además, Fomento está ampliando a tres carriles la A-10 (sin peaje) y mejorará el acceso de la N-II al aeropuerto. Según un nota emitida por Fomento a finales del año pasado, cuando se hicieron públicas las obras, el objetivo de estas autopistas es "establecer un nuevo y potente acceso al aeropuerto, ante la nueva terminal como a la existente".

La nueva autopista de pago que unirá la A-10 y la M-110 enlazará, además, con la radial R-2 de peaje, que empezará a funcionar en breve.

Fuentes socialistas criticaron ayer con dureza el proyecto de nuevas autopistas de peaje en torno a Barajas. "Es vergonzoso que los accesos más potentes al aeropuerto sean casi todos de peaje. Entrar y salir al aeropuerto se va a convertir en un suplicio para aquellos que intenten sortear los peajes, que serán muy numerosos porque el túnel y su prolongación conecta con varias autopistas. Es cierto que Fomento mantendrá abierto un itinerario alternativo para aquellas personas que no deseen o no puedan pagar, pero este itinerario pasa por el casco urbano de Barajas y los atascos van a ser impresionantes".

Los socialistas recuerdan que actualmente para acceder a la terminal de Barajas existen cuatro carreteras de acceso desde la capital (un ramal de la N-II directo hasta Barajas, las vías de servicio de la N-II -avenida de la Hispanidad-, la M-110 y la A-10). Cuando una nueva terminal sea construida a varios kilómetros de distancia de la actual, estas carreteras no le darán servicio directo, sino que habrá que atravesar el casco urbano de Barajas para alcanzar la nueva terminal si se quieren evitar los peajes. Sólo las carreteras de pago desembocarán directamente en el edificio (véase gráfico)

El PSOE recuerda, además, que unas 5.000 personas trabajan en el aeropuerto y que son miles los taxis que cada día se acercan a Barajas a recoger clientes. "Los clientes se enfrentarán a un dilema: o pagar el peaje y llegar antes a Madrid o no hacerlo para rebajar el importe de la carrera y meterse, en consecuencia, en un atasco".

Rafael Simancas, candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad, siempre ha mantenido que es partidario de eliminar las autopistas de pago que está construyendo el Ministerio de Fomento en torno a Madrid. "Éste es el modelo del Partido Popular. El que tiene posibilidades económicas podrá circular sin problemas de atascos, mientras que los trabajadores deberán enfrentarse a los tapones. Ésa es la política del PP, que permite negocios de amiguetes sin pensar en los ciudadanos".

La portavoz de IU en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, criticó ayer también con dureza la construcción de este túnel bajo el parque de Juan Carlos I, porque "la oposición municipal apenas carece de datos sobre esta importante obra en Madrid capital". Sabanés cree que la finalidad de la obra, que fue sometida a declaración de impacto en 2000, está clara: "Fomento quiere privatizar los accesos al aeropuerto de Barajas. Como nadie los cogería, porque ya existen autovías que llevan hasta el aeropuerto, ha decidido obstaculizar las alternativas existentes: obligará a los conductores que no quieran pagar peaje a atravesar el pueblo de Barajas, que ya tiene suficiente tráfico y que soporta numerosos ruidos y contaminación".

Sabanés anuncia que IU "luchará porque no se lleve a cabo esta barbaridad y exigirá explicaciones en el pleno municipal".

El Ministerio de Fomento siempre ha mantenido que los conductores que no quieran pagar peaje seguirán teniendo accesos gratuitos. La M-110, autopista de peaje de ocho carriles que pasa por delante de la nueva terminal, mantendrá cuatro carriles gratuitos, según Fomento. Pero PSOE e IU se niegan a creerlo. "Si cuatro son de peaje y cuatro gratuitos, ¿quién va a pasar por los de pago?", se preguntan.

La radial de peaje R-2, que conecta con el aeropuerto y, en consecuencia, con el futuro túnel bajo el parque de Juan Carlos I y la M-110, permitirá unir Madrid con Guadalajara. El peaje, en hora punta y sin descuentos, costará alrededor de seis euros, aunque estas tarifas deberán ser aprobadas por Fomento antes de primeros del próximo octubre, fecha prevista para la inauguración de la autopista.

Será la primera que entrará en funcionamiento de las cuatro radiales que hay en marcha, aunque van con retraso sobre los plazos inicialmente previstos. La empresa concesionaria, Henarsa, recuerda que la radial de peaje R-2 permitirá un ahorro de tiempo estimado, en hora punta, de 40 minutos en todo el trayecto.

Las tarifas se verán reducidas por la noche o si se utiliza el sistema de telepeaje denominado Vía T: un dispositivo que se acopla al parabrisas y que permite el pago sin que el conductor tenga que detenerse. La concesionaria de la R-2 insiste en que el ahorro de tiempo es la mayor ventaja que aporta esta autopista.