Siniestralidad sin control
El continuo goteo de accidentes laborales al que venimos asistiendo últimamente viene a poner de manifiesto, con el dramatismo que supone la pérdida de vidas humanas prácticamente a diario, la falta de una política real con la que hacer frente de una forma más eficaz a este mal que atenaza al sistema productivo andaluz. Obligados por la racha de accidentes que, sobre todo, se registran en el sector de la construcción, en donde ya han fallecido 38 personas en nuestra comunidad, se reúne esta semana el Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales. En dicho encuentro se analizarán las medidas que contribuyan a frenar esta siniestralidad que parece desbocada. Sindicatos, patronal y Junta tienen en sus manos que de esta cita salga una propuesta creíble y que de una vez por todas sea asumida por las distintas partes implicadas. Ahora bien, lo que no cabe es dar por bueno, para justificar tan alto número de accidentes, que ello se deba, simplemente, al aumento de la actividad económica. Los registrados días atrás demuestran que los afectados no contaban con los medios necesarios, pertenecían a subcontratas y, en definitiva, ejercían su labor con una notable precariedad. Los que se juegan su vida a diario se merecen que salgan de este Consejo propuestas concretas y que se apliquen, de una vez por todas, aunque ello suponga que alguien tenga que ir a la cárcel si hiciera falta...
También aparece rodeada de expectativas la reunión que los ministros de Agricultura mantienen este martes, en Bruselas, para hablar del nuevo sistema de subvenciones para el aceite. Los cambios que se pretenden introducir afectarán de una forma muy directa a Andalucía. El ministro español, Miguel Arias Cañete, echa en falta, según dice, conocer la propuesta de la Junta de Andalucía al respecto. No hay visos de consenso alguno entre administraciones ni tampoco, desde luego, entre las organizaciones agrarias. De momento, sólo hay que conformarse con las palabras de Arias Cañete, quien en una declaración cargada de voluntarismo advierte que su papel no es otro que el de modificar dicha reforma para adaptarla a la realidad española.
Pero el verdadero choque de trenes se producirá, otra vez, a cuenta de la financiación autonómica y los fondos que el Gobierno central adeuda la comunidad andaluza. A medida que pasan los días, el vicepresidente segundo y ministro de la Presidencia, Javier Arenas, comienza a introducir matices a su grandilocuente anuncio, nada más tomar posesión de su flamante cargo, de realizar una oferta global a Andalucía para cerrar definitivamente todos los contenciosos. Ahora aclara que no hará oferta alguna si antes no se cuenta con el acuerdo previo del Gobierno andaluz. No quiere que este gesto suyo sirva para avivar aun más la confrontación, advierte. Al final, parece que van a llevar razón aquellos que acogieron con gran escepticismo esa repentina intención de Arenas de cerrar los frentes que se mantienen abiertos con la Junta.
A los populares tampoco les gusta nada que la Junta insista en el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía. Prueba de ello es que no tiene remilgos a la hora de comparar a Chaves con el lehendakari Juan José Ibarrexte. A pesar de ello, ese camino continuará desarrollándose a lo largo de estos días. El viernes se escenificará, en el Palacio de San Telmo, la presentación del documento final de la segunda modernización ante un foro formado por unas trescientas personas, en su mayoría expertos y agentes sociales, que han participado a lo largo de todo el proceso.
Y ya en el ámbito estrictamente partidario, hay que estar atentos a la resolución que adopten los órganos federales del PSOE en relación a lo sucedido con la agrupación de Marbella y con Isabel García Marcos, sobre la que pesa un expediente de expulsión del partido por secundar la moción de censura con los gilistas. La solución no puede ser otra que la disolución de dicha asamblea local así como la salida tanto de Marcos como del resto de compañeros que secundaron esta escandalosa iniciativa. Mientras, en IU, el pulso entre oficialistas y críticos continúa. Ahora se verán las caras para tratar de acordar el dispositivo que deberá regir el referéndum no vinculante para la elección del candidato a la presidencia de la Junta. Una vía que los contestatarios quieren aprovechar al máximo para visualizar su fuerza dentro de la organización izquierdista.
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