Botella, en Nueva York
Viendo a Ana Botella pasear en días laborables por Nueva York con su marido, José María Aznar, me pregunto si va a ser habitual que deje a un lado sus obligaciones con los madrileños que le pagamos el sueldo para viajar por el mundo en calidad de primera dama; si así fuera, rogaría a la señora Aznar que, por favor, interceda ante mis jefes, y que lo hiciera como concejal de Asuntos Sociales, claro, para que me permitieran acompañar a mi esposa en sus desplazamientos, ya que también por motivos profesionales viaja a menudo a lugares muy interesantes.
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