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Reportaje:

La Justicia se muda

El traslado a la nueva ciudad judicial de Valencia empieza mañana y se prolongará hasta el mes de enero

Las cajas se amontonan ya listas para desaparecer de las viejas, descuidadas, y en algunos casos malsanas, sedes judiciales. El lunes, a primera hora de la mañana, si no fallan los planes, dos camiones y seis operarios vaciarán el edificio de la Fiscalía en la Plaza del Temple de Valencia. Serán 600 metros cúbicos de acusaciones, pruebas, calificaciones, sobreseimientos y otras prácticas del ministerio público. Sólo los fiscales de menores tendrán que esperar algún mes más hasta alcanzar la supuesta modernidad que representa la Ciudad de la Justicia. Será la primera entrada a unas nuevas instalaciones que dejan atrás una dispersión de los juzgados de Valencia en nueve sedes distintas. Pero eso será si nada falla, porque al decanato, cuyo traslado estaba previsto para el pasado lunes, le ha surgido un imponderable. Según Justicia, el nuevo decano, José Luis Gómez-Moreno, ha pedido que se haga poco a poco para que no haya problemas en el servicio al ciudadano. Estrenarán el complejo otros.

311.048 euros es el precio de un traslado adjudicado por concurso que tras medidas, montones, orden apresurado, archivo improvisado de algunas cosas y ganas de abandonar instalaciones arcaicas esconde roces entre unos y otros, por "cuestiones menores" según Justicia. Pero hay quienes no lo entienden así. Los funcionarios, según los sindicatos, trinan al comprobar que en el moderno escenario de cristal y luz que aún tiene el cemento sin secar y aguanta alguna barandilla con la esperanza de que nadie se apoye, los espacios comunes son inmensos -palmeras incluidas- pero las oficinas judiciales les dejan espacios mínimos. Según fuentes sindicales, operarios de la empresa de transportes, tras realizar las medidas para proceder a los traslados, han admitido que no hay sitio para todo.

La subcontrata que gestiona el sistema informático lucha contra el reloj y los elementos para que funcione. Óscar, uno de los técnicos que ha trabajado en su diseño, describe como "doméstica" la instalación hecha por cuestiones de presupuesto. Y en esas instalaciones se incluye que las 40 salas de vistas tengan disponible, al menos, el servicio de grabación que exige la Ley de Enjuiciamiento Civil. El mismo técnico señala que las reuniones para perfilar los sistemas de copias de seguridad que debían ponerse en marcha han sido tan tensas a lo largo de los meses que se ha determinado una fórmula "fiable pero poco operativa, parece que entre los jueces y entre ellos y los funcionarios la confianza sea nula".

Otro de los flancos abiertos en el acceso a un complejo de 144.000 metros cuadrados compuestos de dos edificios, es el del aparcamiento. ¿Quién tendrá plaza en una sede que como tal no tiene parking? El proyecto describe una zona destinada para autoridades judiciales y personalidades, que no significa ni mucho menos que todos los magistrados tengan plaza asegurada. Pero aunque así fuera, los demás trabajadores, más de 2.000, no tiene posibilidad. El primer consuelo que se dio fue que la existencia de un centro comercial justo al lado, también frente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, solventaría buena parte del problema. Pues bien, los funcionarios, sobre el papel, entran a trabajar a las ocho de la mañana y el centro comercial no abre hasta las 10.00. Sólo dos líneas de autobuses conectan con la Ciudad de la Justicia desde la plaza del Ayuntamiento y no hay metro.

A partir del lunes se intentará cumplir un calendario de traslados que tiene fechas fijadas de idas y venidas hasta el mes de enero incluido, y no cubre todo lo que hay que trasladar. Los fiscales serán los primeros en comprobar, en breve, si está o no lista una Ciudad de la Justicia en la que aún el jueves pasado estaban rematando baños, que tiene despachos sin tocar, que presenta problemas eléctricos en alguna zona, y que no tiene operativa al completo la línea telefónica... Y quien estuvo al frente del detalle, Eloy Velasco, director general de Justicia, ha desaparecido del escenario.

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