_
_
_
_
_
Reportaje:

Fuga en la sierra colombiana

Un joven británico relata cómo huyó durante 12 días tras ser secuestrado

Acostado en una cama de un hospital militar en Santa Marta, delgado, con la nariz raspada, apareció Matthew Scott en los noticieros de televisión colombianos. Este joven británico de 19 años., en un pobre español y con la sonrisa de quien no acaba de creérselo, contó el momento de la huida: "Estuvimos caminando en línea con los guerrilleros; cuando llovía fuertemente en la montaña y la visibilidad no era buena, me fui cuesta abajo". No dejó claro, sin embargo, si logró escapar el mismo día del secuestro o si fue un día después. Luego caminó durante 12 días, cuesta abajo, por senderos de Santa Marta, una valiosa reserva de la bioesfera, hasta encontrar un grupo de indígenas kogis que le dieron apoyo y avisaron al ejército.

"Todo fue difícil, los torrenciales aguaceros, la falta de alimentos, el miedo a volver a ser secuestrado"
Más información
El ELN se responsabiliza del secuestro de siete extranjeros en Colombia

Scott formaba parte del grupo de 13 turistas, entre ellos el español Asier Huegun, que se aventuró, a comienzos de este mes, a una caminata de varios días por la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña al lado del mar más alta del mundo. El viernes 12, cuando dormía en una cabaña en Ciudad Perdida (asentamiento tairona, una de las grandes civilizaciones americanas desaparecida con la conquista), con dos guías colombianos, fueron despertados por los guerrilleros. Les obligaron a levantarse con el engaño de que había combates muy cerca y debían protegerse. Luego, los dividieron en dos grupos. Los que se veían fuertes y tenían botas adecuadas para largas caminatas, quedaron en el grupo de los secuestrados; los otros cinco recuperaron la libertad tras pasar horas amarrados de pies y manos.

Scott, quien el mismo miércoles fue trasladado a Bogotá y viajó ayer hacia su país, contó que dejó a sus compañeros, cansados, enfermos, y se refirió en especial a un israelí que sufre asma. Relató experiencias de sus 12 días, solo, sin alimentos, guiado por los ríos de la inmensa montaña de forma triangular, que tiene una cara hacia el mar Caribe.

Tras resbalar, decidió correr, sin mirar atrás, temeroso de que le siguieran. "De pronto escuché un río a mi derecha y comencé a buscarlo". Lo encontró y caminó siguiendo su curso: "Empecé a bajar y tenía miedo de romperme los brazos o las piernas. Todo fue difícil: los torrenciales aguaceros, la falta de alimentos, la falta de visibilidad, el miedo a volver a ser secuestrado. Sólo paraba a ratos para tomar agua, para recuperar fuerzas".

El pasado martes por la tarde se encontró con un grupo de indígenas kogis a quienes contó su historia. "Estaba muy cansado. Tenía la ropa rasgada y heridas en todo el cuerpo. Llegó vomitando y se desmayó", contó uno de los nativos que habita esta montaña sagrada. Lo llevaron a su pueblo. Allí, por fin descansó y comió sopa de frijoles y tres naranjas. Al día siguiente los indígenas avisaron a una patrulla del ejército y ese mismo día un helicóptero militar lo llevó a la ciudad de Santa Marta. Scott, un experto escalador de inmensos ojos azules, no despejó la mayor duda sobre este múltiple secuestro. ¿Quiénes son los responsables? Aunque en su relato se refirió, en varias oportunidades, a "guerrilleros", cuando se le preguntó sobre el tema aseguró: "No sabíamos quién nos tenía, por momentos nos decían que eran paramilitares".

El comandante del Ejército General Carlos Alberto Ospina, en conferencia de prensa ayer, aseguró que aunque no hay certezas de qué "grupo de bandidos" tiene a los secuestrados, hay serios indicios que señalan al ELN, el segundo grupo guerrillero del país que durante años fue dirigido por el cura español Manuel Pérez. La huida del joven británico sirvió, dijo el general, para hacer algunos "ajustes al operativo de rescate". "Habrá cambios, se intensificarán los operativos de inteligencia con medios técnicos y aumentará el pie de fuerza", anunció el alto oficial. Con los nuevos datos, aseguró también, se tiene casi la certeza de que los cautivos y sus secuestradores no han salido de los más de 21.000 kilómetros cuadrados de esta sierra que tiene 12 picos nevados.

Matthew Scott, en el hospital de Santa Marta donde fue trasladado por el ejército colombiano.
Matthew Scott, en el hospital de Santa Marta donde fue trasladado por el ejército colombiano.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_