La CEV releva a su secretario general e inicia gestiones para retrotraer la venta de un edificio
Ferrando subraya la honorabilidad de Pedro Coca pero le sustituye por Enrique Soto
Los órganos de gobierno de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) acordaron ayer una serie de medidas para atajar la polémica suscitada a raíz de la venta de la antigua sede de la patronal provincial que incluyen el relevo de Pedro Coca, secretario general de la organización durante los últimos seis años, y el inicio de "los trámites oportunos para retrotraer" la operación. Rafael Ferrando, presidente de la CEV, subrayó "la honorabilidad" de Coca y atribuyó su relevo a "problemas de comunicación interna" en relación con la venta del inmueble.
Enrique Soto, un abogado nacido en Valencia en 1965 y hasta la fecha secretario general de Cepymev y Cepymeval, confederaciones provincial y autonómica de pymes, sustituye a Coca en la CEV a propuesta de Ferrando.
El comité ejecutivo de la CEV en pleno arropó a Ferrando y al secretario general saliente cuando comparecieron ante los periodistas para explicar los acuerdos adoptados por la cúpula de la patronal provincial.
Ferrando leyó un comunicado en el que indicó que Coca "puso su cargo a disposición" de la cúpula de la CEV el pasado 10 de septiembre, cuando un comité ejecutivo convocado con carácter extraordinario aprobó las gestiones de ambos pero acordó constituir una comisión para analizar la operación de venta. Ferrando también subrayó la "excelente labor" desarrollada por Coca al frente de la secretaría general de la CEV durante los últimos seis años, siempre bajo su presidencia, pero añadió: "No obstante, dado que la operación de venta del edificio de Músico Peydró plantea problemas que están en el origen de esta crisis, ha decidido realizar los trámites oportunos para retrotraer dicha operación". Según las explicaciones del presidente de la CEV, "se trata de una operación legal pero formalmente mal planteada y la solución más eficaz es volver al punto de partida".
A preguntas de los periodistas, Ferrando apuntó "problemas de comunicación" en la ejecución de la operación por parte del secretario general que han desembocado en su relevo y asumió que retrotraer la operación supondrá un coste para la organización a pesar de las "magníficas relaciones" que la patronal ha mantenido siempre con las entidades financieras valencianas.
Los primeros compases del comunicado que leyó Ferrando apuntaban a la situación "que se ha generado" desde que se comunicó la venta del edificio al comité ejecutivo de la CEV, el 3 de septiembre, "que está poniendo en cuestión la imagen de esta institución". "Me consta que ha habido personas interesadas en utilizar este hecho cuestionando la honorabilidad de las personas y utilizando para ello los medios de comunicación", siguió Ferrando. "Este asunto, que nunca debió debatirse fuera del seno de los órganos de gobierno de la CEV se ha convertido en una batalla mediática que empaña la credibilidad de nuestra organización".
Ferrando evitó apuntar los sectores o personas que, a su juicio, utilizaron el caso para socavar la imagen de la CEV; aseguró que "ha contado con el apoyo de otras organizaciones empresariales" a lo largo de toda la crisis; y destacó que ninguna organización representada en la CEV "ha expresado su oposición a la resolución del conflicto".
El presidente de la patronal recordó que "subsiste un problema de financiación de la deuda contraída con la Administración" a raíz del cobro fraudulento de fondos de formación en épocas pasadas cuya solución ha sido encomendada a la misma comisión que ha analizado la venta de la antigua sede de la CEV.
Coca, siempre junto a Ferrando, también aludió a "la difícil situación heredada" de otros gestores de la patronal. "No es responsabilidad nuestra pero la hemos afrontado", apuntó. Y encajó su relevo con deportividad: "Los que tenemos la responsabilidad de defender los intereses que representamos lo vamos a seguir haciendo, lo singular de este caso es que la CEV ha propuesto una serie de medidas que incluían mi relevo, pero no hay que dramatizar". Y añadió: "Cuando la información relativa a la CEV aparece en las páginas de sucesos y no donde le corresponde..." Interrogado sobre su posible condición de "cabeza de turco", servida para atajar un problema de más calado, replicó: "Yo soy de Salamanca, no sé nada de Turquía".
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