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Reportaje:

Balnearios urbanos, remedios contra el estrés

Numerosos centros termales han surgido en la región en los últimos años como alternativa sanitaria y de ocio

Descansar del agobio cotidiano disfrutando del agua y sin tener que desplazarse a cientos de kilómetros de la ciudad. Eso es lo que ofrecen los balnearios urbanos o los llamados SPA (salud por el agua), una alternativa sanitaria y de ocio privada que ha ido cobrando fuerza en Madrid en los últimos cuatro años. La mayoría ofrece tratamientos estéticos y todos cuentan con un circuito acuático en el que el cliente goza de baños fríos y calientes, masajes, así como de sesiones de estética y aromaterapia.

Todas las comunidades autónomas cuentan con balnearios de aguas termales, excepto Ceuta, Melilla y Madrid. Ante esta carencia, en la capital han proliferado los balnearios urbanos para disfrutar de las posibilidades terapéuticas del agua sin tener que desplazarse a los que ya existen a centenares de kilómetros.

"Nuestra agua no es de manantial, pero le agregamos magnesio para aumentar sus propiedades"

Jesús Valverde Virseda, médico del balneario urbano Más Que Agua, ubicado en la calle de Sebastián Elcano 7 (Arganzuela), asegura que "el agua, aunque no sea de origen termal, ayuda a combatir dolencias". El facultativo explica también que la combinación de chorros a diferente presión estimula las glándulas sudoríparas y ayuda a eliminar las toxinas.

Complejos deportivos y hoteles de lujo también ofrecen servicios de SPA para sus clientes. Los balnearios urbanos en Madrid estan en distintos barrios. Todos proponen lo mismo: un circuito termal que dura entre una hora y hora y media.

Entre los distintos balnearios urbanos que existen en Madrid están los de Medina Mayrit, en Atocha 14; Sol y Agua, Infanta Mercedes 36 (Tetuán); Terma Vital, Tordesillas 10 (Alcorcón) y Yala, ubicado en la Estación 2 (Pozuelo), entre otros.

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María Jesús de Gregorio, dueña del SPA Naturacua, calle Oruro 15 (Chamartín), tiene una vasta experiencia en lo que es abrir balnearios urbanos. Ella tiene tres, dos en Madrid y otro en Marbella. "En Madrid hay como ocho balnearios urbanos, existen otros, pero son parte de algún gimnasio o de un hotel" explica María Jesús. "Además, todos los SPA están basados en lo mismo: en conseguir que las personas reciban masajes por hidroterapia", añade.

Casi todos estos balnearios urbanos ofrecen un circuito en el que se alternan los baños de agua fría y caliente en pequeñas piscinas, la sauna, el baño turco, la ducha escocesa, los baños de aceite y el pediluvio (una senda formada por piedras de río en la que el cliente recibe chorros de agua en los pies).

El centro de salud y estética Aguas Claras está ubicado en la calle Doctor Ramón Castroviejo 63 (Moncloa). Sonia Quijano, encargada del establecimiento, explica: "Nuestra agua no es de manantial, pero le agregamos magnesio para aumentar sus propiedades. Sabemos que no somos un balneario en sí, pero ofrecemos un circuito que ayuda a relajarse". "Los tratamientos de frío con paños y calor con vapor que nosotros empleamos se llaman termorregulación, algo que es muy bueno para el sistema linfático", añade.

El centro de Aguas Claras es pequeño y familiar. Las personas que trabajan en él están especializadas en aromaterapia. "Los miércoles por la mañana tenemos una promoción especial para los mayores; a ellos les interesa el tratamiento con barro para los problemas de artrosis y artritis", explica Quijano, quien destaca que aunque la mayoría de sus clientes son mujeres cada vez les llegan más hombres.

Pero no todos estos centros se dedican a la belleza, algunos de ellos están especializados en tratamientos terapéuticos. Por ejemplo, Thermas. Ubicado en el espacio comercial La Ermita (Arganzuela), antes funcionaba como balneario urbano y ahora es más un centro terapéutico. Philippe Corral, gerente del local, explica que se trata de un centro "de hidroterapia y fisioterapia". "Utilizamos las mismas técnicas que los balnearios; la única diferencia es que no tenemos agua termal, y que estamos en un entorno urbano. Trabajamos con traumatólogos y reumatólogos", asegura.

"La gente ya no viene a este centro a pasar la tarde, como en años anteriores, sino a que le curen sus dolores", matiza Corral. La mayoría de los clientes matutinos han superado ya los 50 años. Por la tarde, la edad media va de los 35 a los 45 años. "Antes teníamos clientes, ahora tenemos pacientes", concluye.

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