Pla se opone a reformar una ley para sacar del aprieto a dos alcaldes del PP

Los socialistas no disponen de argumentos para apoyar la reforma de la ley de Patrimonio anunciada por el Consell. El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, se mostró abierto a negociar los cambios si existe un interés general, porque, según dijo, "lo que sabemos hasta ahora es que se hace para dar salida a proyectos políticos de dos alcaldes del PP". L'Entesa añadió que la reforma es "un cheque en blanco para los especuladores".

La polémica sobre la reforma de la ley de Patrimonio continuaba ayer tras el anuncio del presidente de la Generalitat de que el claustro del monasterio de La Valldigna volverá a Valencia. El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, acotó todavía más la posición de su partido con respecto al anuncio realizado a principios de septiembre por Camps. La reforma permitiría, entre otras cuestiones, la desprotección en Valencia del barrio del Cabanyal con el objetivo de prolongar la avenida de Blasco Ibáñez hasta el mar y en Alicante, el Benacantil, donde el alcalde Luis Díaz Alperi quiere construir un palacio de congresos.

"Seremos coherentes", anunció Pla, quien, por otro lado, dijo no entender la necesidad de reformar justo ahora una ley reciente, concretamente de 1998, con es la ley de Patrimonio. "No se han dado razones claras más allá de lo que el consejero [de Cultura, Esteban González Pons] ha dejado entrever en sus declaraciones a los medios de comunicación", agregó Pla.

En su opinión, "lo que los socialistas sabemos hasta ahora es que la reforma se hace para dar salida a dos proyectos políticos que afectan a alcaldes del PP", añadió el dirigente socialista en alusión a los alcaldes de Valencia y de Alicante, Rita Barberá y Luis Díaz Alperi, ambos del PP. El socialista dijo que el Grupo Socialista se opone a una reforma de este tipo.

"Como las razones no se han explicado", continuó Pla, "de entrada, no nos gusta el planteamiento del Consell". Éste subrayó que su grupo en las Cortes Valencianas estaría abierto a negociar con el Gobierno valenciano si acredita que existen motivos de interés general para reformar la ley.

En cualquier caso, añadió Pla, el problema del Cabanyal no es la normativa que ha permitido proteger la trama urbana de este barrio de pescadores sino el estado de abandono al que le ha condenado la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. El dirigente socialista denunció la dejadez y la falta de inversiones del Consistorio en este barrio marítimo. Pla calificó, por otro lado, de "chantaje", que el PP sugiera a los socialistas que la reforma salvaría la actual configuración del Teatro Romano de Sagunt como pide el PSPV.

L'Entesa recordó que operaciones como estas no pueden esconder "otros atentados contra el patrimonio". El diputado de L'Entesa, Ramón Cardona, tras elogiar la adquisición de este monumento, emplazó al Gobierno valenciano a que no destruya "el barrio del Cabanyal, urbanice el Benacantil y abra la mano para que los ayuntamientos hagan lo que quieran" con la prevista reforma de la ley de Patrimonio.

Cardona recordó la gran habilidad del Consell del PP para "lanzar cortinas de humo" y advirtió que la noticia del retorno del claustro a la Comunidad Valenciana sirva de "excusa para disimular una serie de decisiones impresentables del Gobierno valenciano". El diputado de L'Entesa agregó que la decisión del PP de rebajar el grado de protección de algunos bienes patrimoniales "es un cheque en blanco para los especuladores".