_
_
_
_
_
Crónica:TENIS | Australia-España, final de la Copa Davis
Crónica
Texto informativo con interpretación

Calleri hunde a Ferrero

El valenciano paga su ansiedad ante el argentino, que jugó a gran nivel

Nadie podía apagar los cantos de los seguidores de la la legión cuando Agustín Calleri, el 17º tenista del mundo, se dejó caer en el suelo y se abrazó a su capitán, Gustavo Luza. El momento resultó tan imborrable para los albicelestes como desmoralizante para un equipo español que tenía asumido que la semifinal contra el argentino no llegaría al quinto punto. Juan Carlos Ferrero, hundido en su silla, había perdido frente a Calleri por 4-6, 5-7 y 1-6 en dos horas y 40 minutos. Era el inesperado 2-2.

Para el número uno, la pista central del pabellón Martín Carpena, de Málaga, se convirtió en un calvario. La fiesta que había vivido con su primera victoria frente a Gastón Gaudio se transformó ayer en un suplicio.

Más información
El mejor Moyà salva la papeleta

Desde los primeros puntos quedó claro que no era su día. Pero cabía esperar que fuera capaz al menos de aguantar el chaparrón hasta encontrar el ritmo de su juego. Perdió la primera manga mostrando ya grietas en un saque que, hace sólo unas semanas, le llevó a la final del Open de Estados Unidos. Y después, en la segunda, buscó con todas sus fuerzas alejar de su cabeza la ansiedad que le tenía atenazado. Intentó dar más profundidad a su juego e irse hacia la red. La estrategia le valió. Se colocó con 5-3 y dispuso de cinco bolas de set. Pero, una tras otra, se le fueron diluyendo por su falta de convicción o, básicamente, por los saques ganadores, incluso a 211 kilómetros por hora, de Calleri.

Aquel momento fue crucial. Cuando el suramericano se anotó el segunda set, Ferrero lo acusó. "Su juego cayó mucho", denunció Calleri; "pero yo seguí igual. Mi idea siempre fue la misma: atacarle constantemente para no darle ritmo y no aguantar peloteos de más de tres o cuatro golpes".

La tercera manga empezó fatal para Ferrero, que se colocó con 0-40 en su primer servicio. Lo perdió y luego cedió los tres juegos siguientes. Con 4-0, la moral de Calleri estaba por las nubes y la de Ferrero por los suelos. Y, tal como se esperaba, aquello acabó mal. "Es duro tener una derrota como ésta, en casa y en las semifinales de la Copa Davis. Pero no creo que sea peor jugador que hace tres horas", concluyó Ferrero.

Juan Carlos Ferrero cierra los ojos tras uno de sus errores.
Juan Carlos Ferrero cierra los ojos tras uno de sus errores.EL AUTOR

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_