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La Generalitat compra el claustro de la Valldigna llevado a Madrid

El Consell elude precisar cuánto ha pagado a los propietarios de la finca de Torrelodones

El claustro del monasterio de Santa María de la Valldigna volverá a su ubicación original. La Generalitat anunció ayer que ha adquirido los arcos góticos a los propietarios de la finca El Canto del Pico, en la localidad madrileña de Torrelodones, donde fueron trasladados hace casi 80 años. Las negociaciones para la recuperación del claustro han durado años y en ellas ha intervenido también el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Las exigencias económicas habían impedido hasta ahora la operación. El Consell eludió precisar cuánto cuesta la adquisición.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que puso especial énfasis en su etapa como consejero de Cultura en el rescate del conjunto de la Valldigna, visitará esta mañana la finca de Torrelodones y "tomará posesión del claustro" que, en el menor tiempo posible, será trasladado a su ubicación original en el monasterio cisterciense, indicó ayer el Consell en un comunicado.

Tras varios años de negociaciones con los propietarios y la Comunidad de Madrid, la Generalitat ha llegado finalmente a un acuerdo y la Consejería de Cultura, Educación y Deporte asumirá la gestión del monumento. El titular de ese departamento, Esteban González Pons, declaró que "la importancia de dicha recuperación reside tanto en el valor simbólico para la consolidación identitaria del pueblo valenciano, como en el hecho de que es la única parte expoliada del monasterio que se ha conservado fuera de su entorno original, a pesar del nivel de degradación al que ha visto sometido".

El claustro lleva 80 años ubicado en plena sierra madrileña y los cambios bruscos de temperatura que soporta en la Sierra del Guadarrama estaban deteriorando gravemente la piedra de arenisca, según la Generalitat. Las negociaciones para la recuperación del claustro habían encontrado su principal escollo en la cantidad que solicitaban los propietarios, una empresa que tenía intención de crear un hotel en El Canto del Pico. Concretamente, la entonces directora de Patrimonio, Carmen Nácher, se quejaba en marzo de 2001 de que los propietarios exigían cada vez más por la pieza, cuando la Generalitat había ofrecido 20 millones de pesetas.

La Ley de Patrimonio Cultural Valenciano considera el conjunto monacal de la Valldigna un "templo espiritual, político, histórico y cultural" y un "símbolo de la grandeza y soberanía del pueblo valenciano reconocido como nacionalidad histórica". La Fundació Jaume II el Just tiene entre sus objetivos la puesta en valor del monasterio, fundado en 1298 por el rey de la Corona de Aragón que da nombre a esa entidad. Entre los abades que lo dirigieron destaca Roderic de Borja, que se convirtió en el Papa Alejandro VI, "por lo que la recuperación de este patrimonio se había convertido en una cuestión de gran importancia", manifestó González Pons.

El claustro está formado por un conjunto de arcos góticos que se situaban en la primera planta del Palau de l'Abat, construido a iniciativa del abad Arnau de Saranyó, entre los siglos XIV y XVI. Entre 1920 y 1926, el claustro fue desmontado y trasladado a la residencia que construyó el Conde de las Almenas en Torrelodones. La finca, conocida con el nombre de El Canto del Pico, fue regalada a Franco, quien la utilizó frecuentemente, ya que se encontraba muy bien comunicada con el Palacio del Pardo. Tras la muerte del dictador, la finca El Canto del Pico sufrió diferentes ventas y compraventas, quedando en situación de abandono, lo que ha contribuido a su degradación.

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