Un acto "deslucido" para no excluir a nadie

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, manifestó ayer su perplejidad por el formato sobrio y sin discursos del acto que abrió en el palacio Real la celebración de los veinticinco años de la Constitución de 1978. Perplejidad acompañada de desencanto. El mandatario castellano-manchego declaró que no alcanzaba a entender el porqué de la "pobreza" de la convocatoria ni las razones por las cuales se habían evitado los discursos de personalidades de relevancia.

José Bono fue el único que se atrevió a opinar en público sobre lo que había vivido y que compartían otros muchos asistentes. Bono, pese a todo, quiso destacar que su voluntad no era fomentar la polémica, mucho menos en una convocatoria realizada por la Casa del Rey.

"Nos han hecho una foto de familia y un funcionario, quizá un alto funcionario del Ministerio de la Presidencia [Pablo Batlle, director del gabinete del Secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, y secretario del comite organizador de los actos de celebración del 25º aniversario de la Constitución], ha leído unos folios alusivos a la efemérides. Después se nos ha presentado una página web conmemorativa, a mi juicio muy pobre", explicó el líder socialista.

Bono continuó: "Se nos ha convocado a las principales autoridades de España. Estaban los Reyes, los presidentes de las comunidades autónomas, el presidente del Gobierno, los órganos constitucionales, los ponentes de la Carta Magna, los máximos responsables de los partidos políticos y de los sindicatos... Sólo ha habido tal nivel de concurrencia en dos ocasiones: en la Expo de Sevilla y en el entierro del padre del Rey".

De todo lo vivido ayer el presidente castellano-manchego quiso preservar al Rey. "Lo mejor del acto lo ha puesto la Monarquía: Carlos III, que ha puesto el palacio de Oriente, cuya construcción terminó en su tiempo, y los Reyes, que han asistido y han aguantado la pobreza organizativa del acto

. Me satisface que la Casa del Rey no haya organizado el acto. El Rey se ha limitado a conceder audiencia al Comité de Honor", afirmó.

Sin exclusiones

Las razones de la parquedad y y formalidad del acto se deben a la voluntad de la Casa del Rey de que todos los presidentes autonómicos acudieran a la cita, en particular el lehendakari Juan José Ibarretxe. Así lo hizo, en un gesto que no había tenido hasta el momento.

Un formato con discursos, del Rey o de algún representante del Gobierno, hubiera podido despertar alguna susceptibilidad, justo lo que el monarca quería evitar para dar una imagen de integración y respeto a todos los poderes del Estado, sin exclusiones.