Poco valenciano y mucho bostezo en los estrenos parlamentarios

Los estrenos parlamentarios de los nuevos consejeros de la Generalitat no reflejaron ayer, en el pleno de las Cortes, las buenas intenciones manifestadas por los principales líderes políticos de impulsar el valencianismo en las instituciones y en la sociedad y dinamizar el funcionamiento de la Cámara. La presencia predominante del castellano como lengua vehicular y el bostezo como muestra de la agilidad de los debates fueron, probablemente, las dos características más visibles de la primera de las largas jornadas parlamentarias que se celebrarán antes de las vacaciones de Navidad.

De todas las intervenciones realizadas ayer, sólo el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Peralta, y los portavoces de L'Entesa Joan Antoni Oltra y Dolors Pérez utilizaron el valenciano para expresarse en la tribuna de oradores. El resto prefirió refugiarse en la comodidad de las alocuciones en castellano, una lengua que, pese a los intentos por enmendarse del presidente de la Cámara, Julio de España, ha ganado presencia en el hemiciclo.

El telón lo alzó el consejero de Economía y Hacienda, Gerardo Camps, un hombre cultivado en el parlamentarismo español, al que ayer la oposición instó a bajar más a la arena de lo concreto porque los campanarios están más próximos al ciudadano que la carrera de San Jerónimo. El guante lo recogió el consejero de Economía y pareció que iba a servir para frenar la cascada de bostezos disimulados de sus señorías. Los intentos de imitar a las animadoras del fútbol americano, por parte de la oposición, que aplaudió a sus portavoces y jaleó un poquito al consejero, y el choque de palmas (tipo jugador de baloncesto) que se cruzaba Gerardo Camps con el portavoz y todos los adjuntos del Grupo Popular tras sus réplicas, tampoco sirvieron para calentar un debate que ni unos ni otros parecían tomarse muy en serio. Seguramente a ello contribuyó también el tono de parvulario con el que Julio de España pidió silencio a sus señorías y les reconvino para que guardasen las normas de urbanidad. Los amonestaciones fueron en la sesión matinal para quienes ya tienen fama de traviesos en el hemiciclo, los socialistas Andrés Perelló y Eduardo Vicente. Éste último reconvenido por mantener una conversación telefónica que Julio de España, situado unos 20 metros más lejos, había seguido con pelos y señales. Como en las buenas clases, el presidente de la Cámara recordó que los que quisiesen hablar por teléfono varios minutos seguidos se saliesen del hemiciclo.

Con estos prolegómenos, ya no hubo más movimientos díscolos, dignos de mención, por parte de los escaños socialistas y de L'Entesa. Así que todos juntos decidieron amodorrarse para pasar la tarde. Hoy abrirá la sesión la consejera de Agricultura, Gema Amor, que ayer no pudo intervenir por la prolongación de las exposiciones de sus antecesores.