¡Al abordaje!

El atractivo capitán Nathaniel Hawk ha llegado a Port Oxbay, parece algo desorientado, pero por suerte el contramaestre Malcolm le guiará por la ciudad indicándole dónde debe vender su mercancía para poder arreglar el barco en el astillero y contratar una nueva tripulación. Éstos son los primeros pasos por Piratas del Caribe, un juego que aprovecha el tirón de la recién estrenada película de Disney, pese a que su argumento no tiene nada que ver con ella.

De hecho el videojuego Piratas del Caribe en un principio iba a titularse Sea Dogs 2, segunda parte de un título fabricado por la compañía Akella que apareció en las tiendas en marzo de 2001. Pero Disney Interactive se cruzó en su camino y vio en este juego un posible paralelismo con la película que estaba produciendo. De esta manera se decidió cambiarle el título para apoyar el estreno del largometraje interpretado finalmente por actores de la categoría de Johnny Depp, Geoffrey Rush y Orlando Bloom.

Poco tienen que ver, en realidad, Sea Dogs y Piratas del Caribe, aunque ambos los haya realizado la misma empresa y traten un tema común. Mientras que el primero ofrecía grandes dosis de estrategia y apasionantes combates navales, el segundo permite al jugador manejar un personaje y conseguir que éste evolucione obteniendo puntos de experiencia para repartirlos en diversas habilidades; es decir, es un juego de rol en toda regla. Lo divertido de este juego es que permite moverse con relativa libertad por los diferentes escenarios tridimensionales que ofrece el título. Así pues, el jugador podrá, encarnando a Nathaniel Hawk, pasearse por las islas que pueblan el Caribe en el siglo XVII, desde el puerto a la ciudad, pasando por junglas y cuevas ocultas donde quizás se escondan grandes tesoros.

En su camino el jugador deberá conversar con otros personajes, algunos le darán pistas sobre lugares y protagonistas de la historia, y también los habrá que le propondrán trabajos y aventuras con las que conseguirá puntos de experiencia y en ocasiones importantes ganancias monetarias. Estas ganancias podrán ser empleadas para conseguir que su navío disponga, por ejemplo, de un mayor número de cañones que podrán variar de alcance del proyectil y de tiempo de carga.

Además del componente de rol, Piratas del Caribe ofrece a los usuarios momentos de acción. Por un lado el jugador tendrá que verse las caras con enemigos en tierra firme. Normalmente en estos combates se utilizará la espada, aunque también se puede disponer de pistolas de un solo disparo; cuando se aumente el rango del personaje la repetición de detonaciones puede aumentar. Aparte de los combates en tierra, el juego presenta unas espléndidas batallas entre navíos, en las que se intentará hundir el barco contrario utilizando los cañones y los proyectiles adecuados. En ocasiones se podrán efectuar abordajes; para realizar esta maniobra el otro barco debe estar lo bastante cerca. Una vez en el interior del otro barco los capitanes se enfrentarán en una lucha de espadas. Cuando la tripulación enemiga se rinda puede empezar el saqueo de las mercancías del barco abordado o incluso quedarse con él, para que forme parte de la flota del capitán Hawk. Lo más entretenido del juego de Akella es sin duda el combate naval, ya que además de ser una opción bastante novedosa se ponen a prueba las dotes estratégicas del jugador.

El juego de la compañía rusa posee algunos elementos que lo convierten en un juego notable, sobre todo el entorno tridimensional que nos transporta hasta el mar Caribe, con unas puestas de sol de cine y paisajes de ensueño.