La revolución digital del Parlamento
Toda la actividad parlamentaria podrá consultarse en archivos de imagen, sonido y datos
Cuando un ciudadano quiere obtener información sobre algún debate del Parlamento lo común, hasta ahora, es que pinche en la página web de la institución, seleccione legislatura y año, y bucee en el diario de sesiones hasta encontrar lo que busca. Desde el pasado miércoles ya no es sólo así. Además podrá acceder, aunque por el momento no desde Internet, a la imagen y sonido de todo acto parlamentario. Es el llamado programa Tarsys, ideado por la empresa malagueña Tedial, toda una revolución para el archivo documental del Parlamento.
Para llegar a ese punto ha sido necesario antes cambiar toda la red informática de la Cámara andaluza, pasar del sistema analógico al digital y multiplicar por 640 la capacidad del ancho de banda, algo así como transformar una carretera llena de baches de un sentido en una autopista flamante de seis carriles. Es decir, ha sido necesario invertir dos millones de euros para dar un salto gigantesco en materia de documentación y de acceso a una información que hasta hace cuatro años sólo se podía tener a través de fotocopias.
Un total de 21 cámaras digitales han sido distribuidas por varias dependencias de la sede parlamentaria, de las que cinco están situadas en el salón de plenos. El resto recoge los trabajos que se desarrollan en las dependencias de comisiones, Junta de Portavoces, de prensa, usos múltiples y salón de protocolo.
Las señales de vídeo y sonido pasan a una sala de realización desde la que se emite el desarrollo de los debates a través del circuito interno del Parlamento y que pueden seguir diputados, funcionarios y periodistas y dentro de un mes a través de Internet.
Esta señal "institucional" es la que también se proporciona a todas las televisiones que lo soliciten, ya que desde el inicio del actual periodo de sesiones las únicas cámaras autorizadas para seguir los debates -no así para tomar imágenes de recurso- son las instaladas por el Parlamento de Andalucía.
Esta posibilidad permitirá una mayor difusión del trabajo de los diputados, dada la demanda de información que exigen las televisiones locales de Andalucía, y también plantea algunos temores: "¿La señal institucional va a ser muy institucional?", se le preguntó el pasado miércoles al presidente del Parlamento, Javier Torres Vela, y su respuesta fue: "Profesional e institucional. Ahora bien, si lo que me pregunta es que si un diputado da una voltereta esa imagen la va a dar la señal institucional, lo que le puedo asegurar es que ningún diputado va a dar una voltereta. No hay ninguna instrucción de la Mesa del Parlamento al responsable de la realización, José Domingo Romero, ni ninguna cortapisa".
Lo bueno de este sistema es que los que estén interesados en un debate van a poder tener un criterio más preciso de lo que ocurre en el salón de plenos o, en palabras de Torres Vela, "de todo lo que acontece tal y como se produce". Un ejemplo: el pasado jueves, a última hora de la tarde, durante el debate de una proposición no de ley defendida por el PP sobre la atención sanitaria del SAS en verano, la diputada popular Esperanza Oña en un momento dado le dijo al socialista Antonio Núñez: "No me amenace. Le pido amparo al presidente". La realización enfocó en ese momento al citado parlamentario que hacía gestos de protesta con su mano izquierda. ¿Era un gesto amenazante? En el vídeo está la respuesta y en el diario de sesiones, tal y como lo conocemos ahora, sólo la afirmación de la diputada.
Este sistema de emisión se inauguró en el pleno de esta semana, después de un periodo de pruebas en los meses anteriores al verano. Esta información se almacena en ficheros digitales y se precataloga con unos criterios básicos -la sesión, el tipo de iniciativa u el orador- lo que permite el poder acceder a ella inmediatamente.
Por el momento y por razones de seguridad, a esta información no se podrá acceder a través de la Red, pero cualquier persona podrá solicitar el debate que quiera en la sede del Parlamento andaluz. En cuestión de segundos, uno puede bajarse de un servidor general el acto parlamentario que le interese y grabar en un DVD todo o parte de él en una copia previo pago de una módica tasa. Unido a ese servidor existe una librería digital -con un sistema de seguridad y protección similar al que emplean las entidades bancarias- en la que se vuelca lo que hacen y dicen los diputados y que tiene una capacidad para almacenar 180 cintas digitales, o lo que es lo mismo, 20 años de actividad del Parlamento.
Todos estos ficheros pasan luego al sistema de documentación de la Cámara donde se hará una catalogación más en profundidad que permitirá búsquedas más complejas y donde se tiene acceso no sólo al vídeo y al audio sino también al texto, es decir, a un diario de sesiones con imágenes. El sistema de almacenamiento y gestión de contenidos ha sido realizado por las empresas andaluzas ADM (Andalucía Digital Multimedia), Tedial y Vitelsa y es la primera vez que lo emplea una Cámara legislativa en España.
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