_
_
_
_
TRAGEDIA AÉREA

Un aeropuerto peligroso que exige "pilotos entrenados"

El aeropuerto de Funchal es conocido entre los pilotos de todo el mundo por su peligrosidad y porque para aterrizar o despegar de él se requiere un entrenamiento especial (las aerolíneas comerciales tienen pilotos especializados en Madeira) por la escasa longitud de su pista, las fuertes turbulencias y los continuos cambios del viento. El Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (COPAC) y varios pilotos han descrito las dificultades que plantea Funchal.

COPAC explica que Funchal "requiere un entrenamiento específico para las tripulaciones de aviones con capacidad de más de 10 pasajeros". Dicho entrenamiento puede hacerse en simulador, "aunque después hay que realizar un entrenamiento real de aterrizaje y despegue", ya que "si lo requieren las autoridades hay que demostrar que se ha realizado".

El comandante que pretenda volar a Funchal ha de tener "un mínimo de 200 horas" de vuelo en el tipo de avión que lleve "y haber realizado al menos un aterrizaje y despegue tutelado en Funchal".

COPAC añade que para salir de Funchal debe haber "una visibilidad mínima de 2.800 metros" y tener "un aeropuerto alternativo para el caso de un fallo que obligue a un aterrizaje inmediato".

El despegue se tiene que realizar "con toda la potencia [de los motores]

por motivos de seguridad y no con potencia reducida, como se utiliza habitualmente por motivos de prevención de ruidos o por la mejor conservación de los motores". Un piloto lo explica así: "El despegue debe hacerse conteniendo el avión a la máxima potencia y soltándolo en el momento justo antes de iniciar la carrera del despegue, como se hace en los portaaviones. Inmediatamente después, hay que hacer un viraje pronunciado".

"Cizalladura vertical"

Los pilotos explican que debido a la orografía de los alrededores del aeropuerto suele haber "fuertes cambios de viento, turbulencias o cizalladura vertical [el avión pierde sustentación]". La salida de tiene "fuertes elevaciones hacia el Este que obligan a virajes pronunciados nada más despegar, especialmente en los procedimientos con fallo de motor".

De hecho, las cartas de navegación de Funchal precisan que no se permite despegar con vientos superiores a 25 nudos (45 kilómetros hora), aunque en determinados rumbos el máximo es de 10 nudos. COPAC agrega que existen "trayectorias curvas" para cada pista de Funchal, "pero cada operador tiene que crear sus procedimientos par el caso de un fallo de motor en el despegue". "En Funchal, es normal que la gente aplauda en los aterrizajes y los despegues, porque el mar y las montañas se ven muy cerca", explica uno de los pilotos consultados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_