Los promotores piden menos pisos protegidos para bajar los precios

El sector de la construcción pidió ayer que se reduzca el porcentaje de vivienda de protección oficial (VPO) como la principal fórmula para contener el precio de los pisos del mercado libre. La Unión de Empresas Constructoras de Álava (Uneca) y los colegios de arquitectos y aparejadores alaveses, reunidos en un colectivo llamado Erailur-Comisión de la Edificación de Álava, presentaron un estudio que trata de explicar la incidencia que tiene el suelo sobre el precio de la vivienda libre y establece como conclusión que a más pisos de protección oficial, más caros son los libres.

Según estos colectivos, la política del Gobierno vasco, que desde 1994 tiene en vigor la llamada ley Maturana, que obliga a los dueños de suelo urbanizable a destinar a vivienda protegida el 65% de la superficie, ha "duplicado" en nueve años la subida del precio de los pisos libres. El incremento ha pasado "del 8% al 15%" anual.

El estudio tiene en cuenta la situación actual del mercado inmobiliario y aplica varias hipótesis, variando el procentaje que podría construirse de VPO, de vivienda libre y de pisos de precio tasado. De las combinaciones posibles se deduce, según los propios constructores, que "si se baja al 30% la vivienda protegida, y ese mismo porcentaje se construye de pisos libres y de tasados, el precio [de los libres] bajaría de manera interesante", aseguró Carlos Sergnese, presidente en Álava del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro y de Erailur.

Las pretensiones de este colectivo, sin embargo, tienen unas nulas posibilidades de prosperar. Chocan con las intenciones del Departamento de Vivienda, dirigido por IU, que está elaborando una nueva ley del Suelo. El anteproyecto ya se se ha presentado a los sectores afectados y ahora está en fase de alegaciones. En él se sigue apostando por la vivienda de protección e incluso se plantea elevar el procentaje actual de suelo urbanizable (el 65%) que debe destinarse a vivienda protegida.

Iñigo Maguregui, director de Vivienda y Arquitectura, defiende la teoría contraria a Erailur: "El precio de la vivienda es el que sube el precio del suelo, y no al revés. A más vivienda libre, más caro es el precio del suelo. Los constructores alegan que la VPO no les deja beneficios y que, por tanto, lo tienen que repercutir sobre los libres, pero dudamos de que deje pérdidas. Las libres son tan caras como alguien esté dispuesto a pagar".

Vivienda asegura que en otras comunidades, donde no hay una exigencia tan alta de construir vivienda protegida, el precio de la libre "no ha dejado de subir".Las críticas del sector de la construcción hacia la política en favor de la vivienda de protección incluye otro argumento: "Se puede confundir el precio de la vivienda con el precio por el que el Gobierno vasco lo vende. Cada comprador de vivienda social debe saber que recibe una subvención de 323 euros por metro cuadrado, es decir, el 59% del coste de la vivienda. El mercado de la VPO funciona de manera artificial", comentó ayer Enrique González, gerente de Uneca.

El Gobierno vasco replica que la reducción de costes para los constructores no siempre implica una disminución en el precio final para el comprador. Recuerda que cuando el Tribunal Constitucional anuló una norma vasca que obligaba a los promotores a ceder el 10% de los aprovechamientos urbanísticos, ese ahorro que generó en el sector no influyó en el precio de la vivienda libre.

Aunque la opinión del Ejecutivo y de los constructores es opuesta en cuanto a la VPO, se acerca un poco más al tratar sobre la vivienda de precio tasado, un término intermedio entre los protegidos y los libres. Ambas partes apuestan por aumentar o regular esa modalidad, aunque en diferente cuantía. Por parte de Erailur, solicitan que llegue incluso al 30%.

El Gobierno no llega tan lejos, pero sí prevé novedades importantes. Quiere que la nueva ley considere los pisos tasados dentro de la tipología de protegidos. Esa cuestión ha conllevado una polémica que ha enfrentado estos días al departamento de Javier Madrazo con el Ayuntamiento de Vitoria, que pretende realizar 3.000 viviendas de ese tipo con la Caja Vital en el sur de la ciudad. El Gobierno le ha recordado que ahora mismo no puede hacerlas porque no están consideradas de protección.

Nuevos porcentajes

Con la nueva ley, esto cambiará. Se pretende que los pisos tasados entren incluso dentro de las listas de Etxebide. También cambiarán los porcentajes. El 65% de VPO se aumentará en un 10% en el suelo urbanizable. Además, del actual 20% de vivienda protegida en suelo urbano no consolidado (sin urbanizar) pasará a exigirse un 35%, más un 10% de pisos tasados.

Para los constructores, sin embargo, resulta insuficiente el margen que queda para la vivienda libre: "Se ampliará el número de personas con menor poder adquisitivo que pueden optar a una vivienda con un precio asequible. Pero, ¿qué sucede con el resto de ciudadanos a los que no les toca el premio?", se preguntan.

El Ejecutivo autónomo espera tener preparado para finales de octubre el borrador de la nueva Ley del Suelo, de modo que lo apruebe el Consejo de Gobierno y se envíe al Parlamento para que se inicie su tramitación. Con ello, Vivienda pretende incrementar aún más el ritmo de VPO que se construyen. Este año, de cada 100 pisos nuevos que se han edificado, casi 35 son protegidos.