Francia acepta el levantamiento de las sanciones contra Libia
Dominique de Villepin, ministro francés de Exteriores, confirmó ayer que su país, tras el acuerdo de indemnización alcanzado entre los familiares de las víctimas -170 muertos en la explosión en 1989 de un DC 10 cuando volaba sobre Níger- y la Fundación Gadafi, "no se opondrá a que el Consejo de Seguridad vote, con la mayor rapidez posible, el fin de las sanciones contra Libia".
Las sanciones fueron adoptadas en 1992 pero el embargo nunca concernió al petróleo libio.
París no aceptaba la discriminación que suponía el que los familiares de las víctimas de otro atentando libio -un Boeing 747 en 1988 sobre Escocia (Lockerbie)- hubiesen recibido 2.700 millones de dólares cuando a las del DC 10 sólo se les habían atribuido 35 millones. La diferencia de precio entre una víctima anglosajona y otra francesa o africana indignó a las autoridades galas que encontraron ahí un nuevo motivo de litigio contra Estados Unidos y en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU.
"Acabo de informar a mis colegas británico y estadounidense, Jack Straw y Colin Powell, de nuestra satisfacción ante un acuerdo justo" afirmó Villepin al tiempo que explicaba el final del veto francés. Los representantes de las familias comparecieron ante la prensa acompañados por el jefe de la diplomacia francesa, en la sede del Ministerio de Exteriores, para anunciar oficialmente el acuerdo, alcanzado anoche tras intensas negociaciones y gracias a la movilización a última hora del Gobierno de Chirac.
El caso del DC 10 de la compañía UTA fue juzgado en París en marzo de 1999 y seis ciudadanos libios fueron condenados, en rebeldía, a la reclusión penal a perpetuidad.
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