Piqué asegura que el Partido Popular sólo apoyará un gobierno de CiU si entra en él

El PP no quiere volver a apoyar en el Parlament al Gobierno de CiU, como ha hecho durante las dos últimas legislaturas, sin entrar en él. Y si no logra entrar en el Gobierno catalán, estará en la oposición. Lo dijo ayer el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué. Si los resultados de las próximas elecciones autonómicas vuelven a colocar a los diputados en posición de bisagra, como sucedió en las dos últimas legislaturas, "estaremos en el Gobierno o estaremos en la oposición con todas sus consecuencias", afirmó ayer Piqué en una entrevista radiofónica.

El aviso del ex ministro de Aznar va dirigido contra el aspirante de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, que el domingo descartó rotundamente que el PP pueda entrar en el Gobierno de la Generalitat. La cúpula de CiU tiene la pretensión de sustituir tras las próximas elecciones la alianza que ha formado con el PP desde 1996 por otra con Esquerra Republicana para formar una mayoría nacionalista en el caso de que entre ambas fuerzas sumen suficientes diputados.

Pero Piqué considera que este cálculo de CiU es más bien movimiento táctico de Artur Mas para evitar antes de las elecciones una fuga de votos hacia ERC. Este cálculo es lo que, según Piqué, explica la radicalización del discurso de CiU y el desprecio con que tratan al PP, pese a que los conservadores han sido unos leales socios que han sostenido sin desmayo al Gobierno de Jordi Pujol en los últimos siete años.

"Mas se ha de acordar cada día cuando se levanta de que el conseller en cap gracias al PP", dijo ayer Piqué. Esta circunstancia es, precisamente, la que Mas ha desechado anticipadamente para la próxima legislatura, en la que aspira a la presidencia de la Generalitat.

En las dos anteriores legislaturas autonómicas, el panorama poselectoral catalán y las alianzas finalmente forjadas por CiU no se terminaron de concretar hasta después de las elecciones legislativas, que se celebraron varios meses después. El retraso se debe a que CiU prefiere concurrir a las elecciones presentándose como gran rival del PP, aunque la práctica ha demostrado que tanto en 1996 como en 1999, después de las elecciones no tuvo inconveniente en sellar sólidas alianzas con Aznar.

Los dirigentes de CiU especulan ahora incluso con recurrir a fórmulas que retrasen hasta después de las legislativas de marzo la formación del nuevo Gobierno catalán si eso depende de ellos y los resultados fueran muy ajustados en las próximas elecciones autonómicas y permitieran varias combinaciones de gobierno.

También los dirigentes de Esquerra Republicana (ERC) han asegurado en los últimos meses que sólo apoyarán la formación de un gobierno del que formen parte. La particularidad de Esquerra es que no han dicho cuál es su preferencia. No se sabe si quieren formar un gobierno de izquierdas con los demás partidos de la izquierda o si quieren formar un gobierno nacionalista con CiU.

Entretanto y para expresar esa distancia entre CiU y el PP, ayer Artur Mas, aseguró que "no hay motivos" para que Jordi Pujol y José María Aznar se encuentren en una reunión formal, lo que supondría una "pérdida de tiempo".

El Gobierno catalán aprobó ayer medidas que incrementan la conflictividad institucional con la Administración central al rechazar el requerimiento del Estado en contra de la instalación de oficinas de la Generalitat en el extranjero. Mas aseguró que la Generalitat continuará abriendo oficinas -la próxima en Colombia- y "si nos llevan a los tribunales nos defenderemos". Además, se presentarán ante el Gobierno del PP tres requerimientos de incompetencia en materia de régimen local, las titulaciones de formación profesional y en formación continua.