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DESDE MI SILLÍN | VUELTA 2003 | Tercera etapa
Columna
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Sprintando

Venga, manos a la obra. Bueno, imaginemos que después de todo lo que me haya tocado sufrir hoy durante la etapa, me encuentro ahora en una situación en la que tan sólo tengo 5 minutos para escribir este artículo. ¿Qué harían ustedes? ¿Serían capaces de hacerme llegar sus propuestas por e-mail en tan breve espacio de tiempo? Quizá sí, pero quizá no conseguiría yo conectarme, que esa es otra, porque en casa teniendo todo bien a mano es fácil, pero otro cantar es cómo andamos nosotros, de hotel en hotel, tratando de coger la cama más cercana al teléfono, y tratando de ser el primero en ocupar la línea, que aquí hay mucho periodista, y esos una vez que la han pillado -la línea, se entiende- no la sueltan.

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Pues ahora dejemos de imaginar y pongamos los pies en el suelo, que resulta que es esa la situación en la que estoy metido. Peor aún, porque en estas líneas ya he consumido 4 de esos minutos, y ahora sólo me queda uno, como al del vals. Acaba de sonar el teléfono, y cuando he ido a mirar la pantalla convencido de que eran de la redacción para darme la última oportunidad, he descubierto con alivio que era un amigo. Así que continúo, que aún parece que tengo margen, y ya llamaré más tarde a mi amigo.

¿Qué? ¿Que tengo que hablar de la carrera? Ya si ya sé, pero es que con los nervios se me había olvidado. Pues hoy ha llovido, y eso, en bici, no es nada agradable. Para que se hagan una idea es como ir en un coche al que no le funcionan los limpiaparabrisas. Y eso si llevas gafas, porque a veces se empañan, sobre todo en las subidas, y entonces pasa a ser directamente a ir en un coche sin parabrisas. ¡Ah! y eso sin tener en cuenta que llevas delante a unos cuantos ciclistas que te echan encima todo el agua de la carretera. Vamos, que no es nada agradable, para que me entiendan. Y bueno, eso sólo hablando de lo que afecta a la visión, porque otra es como llevas el cuerpo, calado hasta los mismos huesos...... ¿qué? ¿qué me he pasado de largo? vale, vale, hasta mañana, que creo que ya he salvado la papeleta.

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