La Junta dejará en un segundo plano sus demandas al Gobierno

En la planificada agenda de trabajo que maneja el Gobierno andaluz para el último cuatrimestre del año, antes de la celebración de las elecciones autonómicas, no está prevista situar en el primer lugar de las prioridades las reivindicaciones pendientes con la Administración central. En esta ocasión y al contrario que en otros inicios de curso político, al Ejecutivo que preside Manuel Chaves no le interesa que las discrepancias ensombrezcan su batería de medidas sociales.

Habitualmente, el Gobierno andaluz ha situado en el contenido del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado -que se presenta a finales de septiembre- la prueba de carga de la voluntad de compromiso del Ejecutivo central con Andalucía. Así va a seguir siendo, pero, al contrario que en otros inicios del curso político, la Junta va a dejar en un segundo plano la batería de propuestas -sobre todo en el ámbito parlamentario- que suele acompañar a sus reivindicaciones a Madrid, especialmente, en materia de financiación e inversiones.

"No va a haber tono de pelea", asegura un miembro del Ejecutivo andaluz, quien admite que se pondrá todo el foco en la gestión y en las nuevas medidas sociales y políticas anunciadas la semana pasada por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en vez de en las diferencias con la Administración central. El propio Chaves insistió en esta línea en una de sus primeras comparecencias públicas, tras las vacaciones de verano: "Me preocupa menos lo que hagan los demás [en relación al Ejecutivo de José María Aznar] que lo que podamos hacer nosotros. Eso es lo que me preocupa en sentido positivo".

Sin ruidos

La Junta "responderá" a lo que considere una provocación o un trato desigual del Gobierno con Andalucía y pedirá "lo que es lógico", pero, según esta fuente, "sin que el ruido impida" que se vean las medidas del Gobierno socialista, ya que están convencidos de que la mejor iniciativa con vistas a las próximas elecciones andaluzas no es la que se promete en un programa electoral, sino la que se pone en marcha y llega a los ciudadanos desde la mesa del Consejo de Gobierno.

A partir de ya todos los consejeros multiplicarán sus giras por todas las provincias de Andalucía pregonando el "nuevo cambio" que, según afirma Chaves, pretende liderar el PSOE. De manera oficial, este partido arranca hoy la precampaña con la propuesta de la candidatura de Manuel Chaves a la presidencia de la Junta de Andalucía, a la que optará por quinta vez.

Los socialistas acuden a la próxima cita electoral autonómica -que nadie duda será en marzo- convencidos de que revalidarán un nueva victoria, pero conscientes de que el PP, el principal partido de la oposición a tan sólo seis escaños de diferencia, es un duro adversario con buena salud y planteará una intensa batalla.

También estarán muy pendientes de lo que ocurra en las elecciones en la Comunidad de Madrid y sus repercusiones en la dirección federal que pilota José Luis Rodríguez Zapatero. Según fuentes de la ejecutiva regional, Chaves se mostró preocupado por la situación madrileña en la reunión que mantuvo el pasado lunes con los ocho secretarios provinciales a los que pidió expresamente mayor apoyo a la sede de Ferraz.