Bocata transexual
La nueva etapa de Día a día (Tele 5) promete. La aportación más sutil está en el decorado. Detrás de María Teresa Campos y de sus colaboradores de El corrillo hay una vidriera parecida a las que adornan las catedrales, pero en versión más abstracta. El recurso, valiente, oficializa el carácter espiritual de la televisión y subraya la aureola mística de sus apóstoles, pontífices y predicadores.
En agosto
Dos colectivos exigieron la retirada de un par de campañas publicitarias. Transexuales y agricultores interpretaron como agresión lo que sólo era opinable sentido del humor. Es peligroso que las empresas respondan retirando el anuncio. "Este verano estar sin blanca no mola", dice otro spot de telefonía en el que vemos a un pelirrojo feo rodeado de bellezas mulatas. Podrían darse por aludidos los blancos, las feas, los pelirrojos, las mulatas, los guapos y los que no tienen móvil y, en cambio, lo vemos como un delirio más del caudaloso río publicitario. Además, ¿a qué parte de los sectores ofendidos representan los denunciantes? Hablando de anuncios, el de la obra completa de Saramago da miedo, sobre todo cuando el escritor dice: "Hay algo que no tiene nombre y eso es lo que somos". Para mí, que se refiere a Alfredo Urdaci.
A dedo
Tampoco tiene nombre lo que está ocurriendo en el PP, dicen algunos, indignados porque Aznar designe a su sucesor en lugar de imponerlo, como es tradicional, en un congreso en el que abunden compras de votos y pactos urdidos con democrática alevosía y participativa nocturnidad. No sé a qué viene tanto escándalo. Al fin y al cabo, vivimos en un mundo en el que la sucesión está bien vista. Una prueba: en el culebrón Gata salvaje (TVE-1), Rosaura, la protagonista, conoce a un guaperas llamado Silvano. Al llegar a casa, su abuela, doña Cruz, le pregunta si le pareció un príncipe azul y ella responde: "Me pareció un príncipe de verdad, como el Príncipe de Asturias, el futuro rey de España".
Herencias
Las herencias y otros males sin nombre abundan en los llamados programas del corazón. Empezaron cotilleando sobre la vida sentimental y genital de los famosos, luego crearon monstruos adictos a la reyerta-tongo y ahora se ensañan con muertos (Encarna Sánchez, Pepe Tous), linchan a vivos (Isabel Pantoja, Andrés Pajares) y hurgan en los malos tratos (Chiquetete) o en las riñas testamentarias (Imperio Argentina) con la vieja coartada del periodismo. Sin darse cuenta, están creando un género que mezcla lo peor de la crónica de sucesos con la frivolidad más impune. No hay vuelta atrás. En A tu lado llevan semanas tonteando con el tomboliano recurso de levantarse y amenazarse, igual que en Como la vida, insultándose con una tremenda violencia verbal, sobre todo las mujeres. Es el paso previo a bofetadas, arañazos y tirones de moño, próximamente en sus pantallas. En horario infantil, por supuesto, que deja más secuelas.
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