En busca de los máximos

La Bolsa ha conseguido esta semana nuevos máximos anuales con relativa facilidad gracias a la recuperación de la economía estadounidense, aunque el índice de desempleo, menos bueno de lo esperado, actuó de freno en la jornada de cierre. El Ibex 35 termina la semana con una subida del 1,68%.

Los mercados de valores han alcanzado nuevos máximos anuales en esta semana sin que los inversores tuvieran que realizar grandes esfuerzos. La paulatina recuperación de la economía de Estados Unidos continúa siendo el único aliciente capaz de atraer el dinero a las bolsas, aunque los analistas insisten en que la escasa percepción de riesgo, traducida en una mínima presión vendedora, es la principal causa de la vuelta del dinero a los mercados.

El Ibex 35 termina esta semana con una subida del 1,68% y por encima de los 7.200 puntos, tras haber marcado el máximo anual en la jornada del miércoles con 7.291,70 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid se anticipó con tres máximos consecutivos ya desde el inicio de la semana, que termina con una subida del 1,66% y 762,36 puntos.

El puntual seguimiento que los inversores hacen de la recuperación de la economía estadounidense tiene como base la certeza de que servirá para afianzar y anticipar el proceso en Europa, aunque las posibilidades de que la recuperación comience este mismo año parecen un tanto lejanas.

El dato que provocó la superación de los anteriores máximos anuales en las bolsas fue el índice de actividad industrial de agosto, con una subida de 2,9 puntos, que le sitúa en su nivel más alto en este año. La actividad del sector servicios se mantuvo estable y sólo los datos de empleo enturbiaron el panorama. La economía de Estados Unidos depende muy directamente del consumo, y éste del empleo, de ahí que las bolsas frenaran sus subidas al conocer el incremento del 6,8% de la productividad en el segundo trimestre, sin generar empleo, tendencia que confirmó el viernes el índice de desempleo de agosto, que descendió una décima, pero con la pérdida de 93.000 empleos.

Para los analistas, estos datos son un avance de los problemas que pueden darse a corto plazo, pues la pérdida de empleos genera desconfianza y retrae el consumo, lo que retrasará el momento de la recuperación.

Mientras inversores y analistas matizan sus posiciones y ajustan sus carteras a los riesgos previstos, el ambiente en las bolsas es de tranquilidad gracias al colchón que suponen los buenos resultados empresariales, que en muchos casos ofrecen una buena alternativa individual mientras llega la esperada recuperación.

Los inversores cuentan con que los indicadores económicos no mantengan una evolución continua en esta parte del proceso y por eso optan por los movimientos a corto plazo.