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Un hombre mata a su compañero de piso y después se ahorca

El crimen se produjo en el domicilio donde residían, en Madrid

La tranquilidad del municipio de Villanueva de Perales quedó rota por una doble muerte violenta. Agentes de la Guardia Civil hallaron el viernes por la noche los cadáveres de José Antonio González Iglesias, venezolano de 37 años, y de su compañero de piso, Alfredo Iglesias Gallo, de 51, en la vivienda que ambos compartían en esta localidad madrileña. Ambos llevaban muertos, al menos, dos días. González terminó con la vida de su compañero. Primero le atacó por la espalda con un destornillador en la cocina. Alfredo Iglesias se desplomó y José Antonio González le remató golpeándole en la cabeza con "un objeto contundente" , según fuentes de la investigación, informa F. J. Barroso. Después, el segundo cogió una cuerda blanca de tender la ropa, la ató a la viga del salón y se ahorcó.

Cuando los agentes de la Guardia Civil, ayudados por los vecinos, lograron abrir la puerta de la vivienda, lo primero que se encontraron de frente fue el cuerpo de José Antonio González pendiendo de la cuerda.

Los dos hombres habían llegado al pueblo hace un par de años. Se presentaron como "tío y sobrino", pero varios residentes comentaron que, tras ese supuesto parentesco, existía una relación sentimental. Ninguno de ellos trabajaba. Ambos recibían ayuda de los Servicios Sociales de Navalcarnero. Además, vivían también de la caridad de algunos vecinos. Alfredo Iglesias percibía una pensión, según residentes en la localidad.

La vivienda de ambos, en el número 2 de la calle de Empedrada, estaba ayer precintada por el Juzgado número 1 de Navalcarnero. En el balcón, tres macetas sin regar. Desde las ventanas abiertas se podía ver el interior de la cocina y de una habitación. La cocina, descuidada, tenía algunos botes de especias, rollos de papel higiénico y dos platos puestos a secar. En la pared había restos de sangre. La habitación, con una cama de matrimonio, tenía además una televisión y una colección de vídeos con títulos como Top Gun, Blanco Humano o Carrie. De todas las estancias se desprendía un fuerte olor.

Según comentaron varios vecinos, la pareja no salía mucho de casa: "Sólo a veces a comprar", comentaron. Un matrimonio que vive en la casa de al lado llamó al alcalde de la localidad, Juan Antonio Barrado, al ver que sus vecinos no contestaban a sus llamadas y que de la vivienda salía un olor muy fuerte. Barrado llamó entonces a la Guardia Civil de Villamanta, localidad cercana a Villanueva de Perales. "Yo les iba a visitar cada dos o tres días, sobre todo al viejo, a Alfredo, que era el que más se relacionaba con el pueblo. Cuando no me contestaron, me dije: 'Esto no me gusta un pelo", señaló un residente.

"Algo horrible"

Antes de que llegasen los agentes, los vecinos formaron un corrillo alrededor de la vivienda de la pareja. La noticia de que "algo horrible" había pasado corrió por todo el pueblo. Los clientes que a esa hora tomaban algo en un bar cercano también salieron fuera para ver qué pasaba. "Algunos vecinos se llevaron las sillas para estar más cómodos y ver mejor. Los agentes no podían abrir la puerta y les ayudamos entre todos: con un destornillador, con una lima de uñas... Al final, apalancamos la puerta y conseguimos abrirla", explicaba ayer un vecino.

La puerta se abrió y vecinos y Guardia Civil se encontraron con un espectáculo dantesco. José Antonio González estaba colgado de una viga del salón y con las piernas medio dobladas. "Como si hubiese hecho fuerza con el cuerpo para ahorcarse", relataron los testigos. Estaba de espaldas a la puerta principal y sólo llevaba puestos unos calzoncillos. Alfredo Iglesias estaba tendido en la cocina, con calcetines y pantalones cortos como única indumentaria. Tenía un destornillador clavado en la espalda y varias heridas por arma blanca en el cuello. Los cuerpos ya habían empezado a descomponerse.

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