'Dos tipos duros', una comedia de cine negro con mucha acción

Dos delincuentes de tres al cuarto, eso es lo que son Paco (Antonio Resines) y Álex (Jordi Vilches) en Dos tipos duros, del cineasta Juan Martínez Moreno, que ha debutado en la dirección con una comedia con mucha acción. Son matones a sueldo, pero de tres al cuarto, capaces de meterse en los berenjenales más insólitos. La película, que se estrena hoy, consiguió el premio del público en el último festival de cine de Málaga y es, según el director, una comedia "con un tono muy medido".

El creador de la historia en la que se ven envueltos los protagonistas del filme dice que Dos tipos duros es "una comedia de cine negro y de acción porque, aunque sea comedia, se cuenta una historia muy negra. Por eso debía haber tramas y personajes creíbles. Así que en las situaciones violentas, cuando hay que dar caña, doy caña, porque es necesario que el espectador se enganche a los personajes". Dos tipos duros narra un momento de la vida de Paco, un matón venido a menos y con muchas deudas, la mayor de ellas con don Rodrigo que, harto de esperar a que le pague, le exige que enseñe la profesión a su sobrino Álex, un joven con aspecto de idiota que llevará a Paco a complicarle más su lamentable existencia.

Martínez Moreno, ayudante de dirección en un gran número de películas, explica que "quería que la historia tuviese un tono especial, que se asemejase a películas como Atraco a las tres o Rufufú, y poder recuperar el espíritu de delincuentes de tres al cuarto que se meten en berenjenales que les superan, pero adaptándolo a la actualidad". El realizador comenta que para atrapar ese tono tan medido de historia negra hace que algunos de sus actores, como Rosa María Sardá, Mariola Fuentes o Manuel Alexandre, interpreten sus papeles sin dejar vislumbrar su vis cómica. "Yo me veo muy serio en la película", explica Alexandre "porque mi personaje no tiene vis cómica. Es un canalla del robo y el crimen organizado y lo interpreté como Brando en El Padrino. Pero ese dramatismo, unido a lo que pasa, suena a farsa".

Resines estuvo desde el primer momento en la mente del director. "La dificultad llegó a la hora de encontrar al actor idóneo para encarnar al sobrino. Hicimos pruebas a quince o veinte actores, pero después de ver a Vilches supe que era el compañero ideal para Resines. La química surgió entre ellos dos allí, en un despacho y con una cámara de vídeo", asegura el director, quien dice que ha rodado Dos tipos duros con los actores que había soñado. "Nadie me conocía, pero todos dijeron que sí", e irónicamente añade: "Pudo ser porque les gustó el guión o porque estaban en paro. Quiero creer que fue por lo primero pero, seguramente, fue una combinación de las dos cosas". Resines apostilla: "Fue lo segundo, que estábamos en paro".