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ARTE

Ars Electronica debate el impacto del código digital en la sociedad

El festival empieza el sábado en la ciudad austriaca de Linz

Los códigos informáticos son omnipresentes y una parte imprescindible de la sociedad de la información. Por este motivo, la 24ª edición del Festival Ars Electronica se centrará en el análisis de los programas y códigos digitales desde una perspectiva artística. Bajo el titulo Code. The Language of Our Time, el festival se celebra en la ciudad austriaca de Linz del 6 al 11 de septiembre.

"El código se ha convertido en un sinónimo de control, un símbolo del papel dominante de las tecnologías de la información en la sociedad occidental. El significado del código como un conjunto de reglas y sistema de signos describe la importancia del software en el arte y en la sociedad contemporáneas: el código es al mismo tiempo un instrumento y una expresión del arte", dice Gerfried Stocker, director del festival que desde 1979 trata los desarrollos tecnológicos en una perspectiva histórica y social.

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Escanear patatas fritas

En la exposición principal, Code, que presenta varios proyectos inéditos, destaca el software F00D de John Maeda. El programa permite recomponer en nuevas imágenes abstractas elementos de la vida cotidiana; por ejemplo, patatas fritas, previamente escaneados.

La instalación Trash Mirror, de Daniel Rozin, consiste en un mosaico de desperdicios recogidos en las calles de Nueva York, controlado por un ordenador que le permite recomponer las sombras de los visitantes.

Christiane Paul, conservadora de media art del Museo Whitney, presenta CODeDOC II, cuya primera parte se expuso hace un año en dicho museo. Además de las exposiciones, el festival ofrece un intenso programa de performances y espectáculos interactivos, algunos de los cuales se transmitirán en directo a través de la web.

Destaca Messa di voce, un concierto de los artistas vocales Jaap Blonk y Joan La Barbara, realizado mediante un instrumento que convierte sus sonidos en objetos 3D interactivos que flotan a su alrededor. El simposio, que tratará los aspectos conceptuales, sociales, económicos, legales y artísticos del código, reunirá varios personajes reconocidos: Roy Ascott, Richard Kriesche, Casey Reas y Pierre Lévy.

Tras una edición de 2002 relativamente tranquila, es probable que los Ars Electronica Prix, los más prestigiosos y generosos (109.900 euros en total) en el campo de las artes digitales, vuelvan a levantar las críticas de los puristas.

En la categoría Net-Excellence, que premia el empleo innovador de las tecnologías, el Golden Nica ha recaído en Habbo Hotel, un hotel virtual lanzado en 2001 y estructurado como una comunidad, que ya cuenta con tres millones de miembros. El juego resulta realmente entretenido, sólo si se está dispuesto a utilizar con frecuencia su tarjeta de crédito.

En Net Vision, centrada en proyectos que anticipan aplicaciones futuras de los lenguajes de Internet, han ganado el venezolano Carlos J. Gómez de Llarena y el estadounidense Yury Gitman con Node Runner, un proyecto que convierte las redes de comunicación distribuida en un campo de juego virtual.

Can you see me now?, un trabajo del colectivo británico Blast Theory, ha recibido el premio para la mejor obra de arte interactivo. En música digital ha ganado Ami Yoshida por los álbumes Astro Twins y Cosmos, y en la categoría de animación digital, la obra Tim Tom, del estudio francés Supinfocom.

Los españoles no se han quedado fuera y han recibido sendas menciones de honor: Antoni Abad por su proyecto de net.art Z.exe; Marcel.lí Antúnez Pol (que forma parte del programa de eventos multimedia del festival) en la categoría de arte interactivo por su performance multimedia, y Jordi Moragues por la obra Mantís, en la sección de animación digital.

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