Rajoy proclama que seguirá la política de Aznar porque "no es ningún acomplejado"

La reunión fue a puerta cerrada para facilitar, según el PP, que el centenar de miembros de su dirección ampliada, el Comité Ejecutivo Nacional, opinara con total libertad. Un total de 25 cargos del PP, la cuarta parte de los miembros de ese Comité Ejecutivo, tomaron la palabra para respaldar públicamente la decisión de José María Aznar de proponer a Mariano Rajoy como candidato de su partido y nuevo líder popular. Rajoy proclamó que él "no es ningún acomplejado" por lo que no ve necesidad de "inventar diferencias o matices" con las políticas en las que ha tenido éxito Aznar.

Las intervenciones más esperadas eran la de Mariano Rajoy, como líder entrante del PP, y las de Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, toda vez que ambos son los más claros descartados en la carrera de la sucesión de Aznar.

Mariano Rajoy, según dirigentes que asistieron al Comité Ejecutivo, subrayó que "cuenta con todos" en su partido y anunció que, pese a que desde hoy tendrá competencias para hacerlo, no tiene intención de hacer "grandes cambios" ni en el aparato del partido ni en las listas electorales. Es decir, tranquilidad y continuidad. Según quienes le escucharon, Rajoy hizo un escueto repaso a su trayectoria política y destacó que él estaba decidido a apoyar rotundamente a cualquiera de sus compañeros que hubiera resultado designado por Aznar en la carrera sucesoria. Aún más, según estas fuentes, el líder entrante del PP aseguró que aceptó la propuesta del presidente del Gobierno porque éste le dijo que la hacía "en interés de España".

Con ese objetivo, Rajoy se comprometió a continuar la política de Aznar en economía, política antiterrorista, modelo de Estado y estrategia internacional. Ésa es, precisamente, la reclamación que el líder popular hizo a su sucesor en su cena de despedida de Quintanilla de Onésimo el pasado miércoles.

Pero Rajoy añadió, en su primer día como nuevo líder, dos cuestiones: Dijo que hay que "avanzar" en política de inmigración y en seguridad ciudadana. Ambas cuestiones fueron dos caballos de batalla de difícil resolución en su etapa como ministro del Interior. La inmigración es, a su juicio, uno de los problemas clave a los que debe hacer frente, a largo plazo, España. Y, en la preparación de la campaña para las elecciones del pasado mayo, Rajoy se encargó, ayudado por Ángel Acebes, de preparar la posición de su partido en este asunto para esa cita con las urnas.

En todo caso, y para que quede claro cuál es la principal preocupación del Partido Popular que desde hoy liderará Rajoy, el candidato visitará esta misma semana el País Vasco. Se trata de trasladar de forma visual su rotunda oposición al Plan Ibarretxe y su compromiso en la lucha antiterrorista.

La opinión de Rato

Rodrigo Rato, vicepresidente y, hasta el pasado fin de semana, candidato declarado a la sucesión, fue el primero de los 25 cargos populares en dar su opinión sobre la decisión de Aznar. Rato aseguró que Rajoy es su "amigo" y elogió de él que "mejora todo el tiempo". Por eso, pronosticó, "va a ser un magnífico presidente". Rato dijo que le costaba "decir adiós a José María Aznar" y elogió la "generosidad" del presidente del Ejecutivo al dejar el poder de forma voluntaria. Y, en una frase, resumió cómo ve los casi ocho años que lleva gobernando el PP, en los que él ha sido siempre vicepresidente segundo y ministro de Economía. "Hemos conseguido convertir un sueño en realidad con el esfuerzo de cientos de miles de españoles".

Jaime Mayor es el otro candidato que ha quedado fuera, aunque nunca admitió públicamente que competía por la sucesión. Mayor elogió el "calendario, los mecanismos y los instrumentos" elegidos por Aznar para designar al sucesor. Pero Mayor, según los cargos del PP que ayer tomaron notas de sus palabras, añadió lo siguiente: "La sucesión se ha abierto, pero no se cerrará hasta que después de las elecciones el PP tenga una mayoría absoluta igual a la que tiene en este momento". Es decir, Mayor, siempre según fuentes del PP, emplazó a Rajoy a ganar en 2004 por mayoría absoluta.

Cascos invoca a Maura

La intervención más larga y, como tantas veces, la que más gustó a muchos dirigentes populares, fue la de Francisco Álvarez Cascos. Empezó por preguntarse por qué se ha elegido a Rajoy. Y él dio dos razones. La primera es porque el PP "acepta la decisión de Aznar". Es decir, es un partido disciplinado, una cualidad que Cascos valora al extremo. La segunda razón es, a su juicio, porque "la política del PP ha supuesto una mejora en la calidad de vida de los españoles". Y es en ese camino en el que Cascos emplazó a Rajoy a continuar. La conminó a hacer una "política de renovación continuadora". Cascos, declarado entusiasta de Sagasta, pues era ingeniero como él, y de la etapa política de la Restauración en España, leyó una larga cita de Maura como consejo al sucesor. Y en esa cita se dice, entre otras cosas, que "en política no se está para ver pasar el tiempo ni para rehuir los problemas".

Hubo más intervenciones. Javier Arenas, Alberto Ruiz Gallardón, Federico Trillo, Ángel Acebes tomaron la palabra. Arenas ha cedido su cargo de secretario general y Aznar se lo agradeció. Todos hablaron para rendir homenaje a Aznar por su decisión de dejar el poder y todos también para ponerse a disposición del candidato. Hoy se traducirá en votos esa disponibilidad del PP con Rajoy, pues los 563 miembros de su Junta Directiva Nacional son la máxima representación de los militantes de ese partido.