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Calendario / 31 de agosto de 2002 | HUMOR
Columna
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Operación boda

La semana que viene es la boda. No hace falta decir más. La apoteosis del aznarismo. Mil invitados. Lo que se dice auténticamente todos: Berlusconi, Blair, ministros y ex ministros de Aznar, futbolistas, Reyes de España, cantantes... El cogollito reunido en El Escorial en una ceremonia oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, para unir en matrimonio a Alejandro Agag y Ana Aznar. Para que luego alardee la izquierda de progresismo. ¡Lo que han progresado los Aznar! Una despedida por todo lo alto. Qué cosas. Al final, se retirará Aznar antes que Fraga. Debería aprovechar el brindis para designarle sucesor y reparar así una injusticia histórica, pero no podrá ser, porque está prevista una demostración de cómo las Fuerzas Armadas reconquistaron Perejil "al alba, con viento fuerte de Levante", según relato del único, incomparable, grandioso... ¡Federico Trilloooooo!

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No está previsto que asista ningún político de la oposición. A José María Aznar le pasa como a Michael Corleone: todos sus amigos están a sus órdenes. También sucede que los progres trasnochados son muy rencorosos. "Don José María Aznar tiene el gusto de invitar al traidor Felipe González...". ¡Cómo se ponen algunos por nada! Es verdad que el Gobierno acusó al ex presidente de reunirse en secreto con el rey de Marruecos traicionando los intereses de España, pero si no se puede insultar un poquito a los ex presidentes, ¿de qué sirve estar en el Gobierno? A los sindicalistas les llamó antiespañoles por convocar una huelga general, que fue un absoluto fracaso, por cierto. A las ocho de la mañana lo dijo Pío Cabanillas. A las dos de la tarde lo confirmó Rodrigo Rato: "José Luis Rodríguez Zapatero, con su apoyo a esta huelga, ha consumado el mayor fracaso político de los últimos veinticinco años". Después se cambió medio Gobierno, se retiró el decretazo que motivó la huelga, y pelillos a la mar. A lo mejor, Rato se refería al fracaso del Gobierno.

"Don José María Aznar tiene el placer de invitar al irresponsable Jordi Pujol a...". A Pujol le llama irresponsable porque se muerde la lengua. El cuerpo le pide otra cosa: "Querido enano, ¿te apetece hablar castellano?". Un golpe sería invitar a Juan José Ibarretxe: "Don José María Aznar invita al cómplice de asesinos Juan José Ibarretxe...". "Don José María Aznar invita a los parados españoles a interrumpir su holganza y...". "Don José María Aznar invita a los estudiantes a tomar ejemplo de cómo, en lugar de ignorancia y botellón...". Nada, no sale ni una. "Don José María Aznar ruega a los moralmente pervertidos obispos...". A Aznar, los españoles le caemos mal.

¿Y George Bush? La fotografía de José y George con los pies sobre el altar de El Escorial daría la vuelta al mundo. Lo malo es que el móvil de Bush comunica: habla y habla con Jacques Chirac y Vladímir Putin. La Casa Blanca asegura tener pruebas sobre acumulación en Irak de armas de destrucción masiva, y la voluntad de Sadam Husein de utilizarlas. Cree Bush que, en el primer aniversario del atentado contra las Torres Gemelas, puede lograr unanimidad para atacar Irak, como la logró para atacar Afganistán. En España no se habla mucho de eso. Estamos enfrascados en otra reforma de la Ley de Extranjería. Esta vez es la buena. Seguro que sí. Y, si no, el secretario de Estado para Inmigración tiene una solución para los inmigrantes: "Lo mejor es que se vayan". Eso es. Siempre razonando, siempre persuadiendo. La esencia de la política. Por fortuna, ya peor no pueden salir las cosas, ¿no? ¿Qué más puede pasar?

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