La 'segunda muerte' de Diana y Dodi
El Reino Unido investigará las causas del accidente que hace seis años acabó con la vida de la princesa de Gales y su novio
A los seis años de la muerte de la princesa Diana y Dodi al Fayed, el Reino Unido se prepara finalmente a investigar las circunstancias y consecuencias del trágico accidente automovilístico. La pareja viajaba a alta velocidad por las calles de París, intentando esquivar a la prensa internacional, cuando su coche se empotró contra un pilar de un túnel. Fallecieron juntos el 31 de agosto de 1997, pero la revisión británica del siniestro dará lugar a dos instrucciones judiciales. Así lo dio a entender ayer un portavoz del servicio judicial forense al declarar que, al menos de momento, "no existen planes" para montar una investigación conjunta.
"A su debido tiempo, y según requiere la ley, se conducirán sendas investigaciones judiciales sobre las muertes de la princesa Diana de Gales y de Dodi al Fayed", confirmó Michel Burguess, juez forense del condado de Surrey, la región al sur de Londres donde residía oficialmente el último acompañante de Lady Di. Burguess se privó de anunciar la fecha y otros detalles del inicio de las instrucciones. La legislación británica dicta este tipo de investigaciones judiciales forenses, de carácter público, en casos de muerte no natural, ya sea en circunstancias extrañas o producto de un acto violento.
Diana y Dodi perdieron la vida tras el brutal choque en el túnel parisiense. Junto a ellos también falleció el conductor del vehículo, Henry Paul, mientras que el guardaespaldas de la princesa resultó gravemente herido. Una primera investigación oficial, en París, y a puerta cerrada, responsabilizó del siniestro al chófer que, de acuerdo con el juez francés, conducía en alto estado de ebriedad. Los medios de comunicación perdieron prestigio a consecuencia de la tragedia, pero quedaron exonerados de contribuir directamente al accidente.
El padre de Dodi, empresario egipcio y propietario de los almacenes Harrod's, Mohamed al Fayed, nunca aceptó el veredicto judicial francés. Sostiene que hubo una "conspiración", ejecutada presuntamente por los servicios secretos británicos, para matar a la célebre pareja. Todavía no ha renunciado a la posibilidad de confirmar sus siniestras teorías y lleva estos seis últimos años presionando por la apertura de las diligencias en Inglaterra.
"Si el juez forense tiene la intención de conducir una investigación conjunta y ante un jurado, Al Fayed celebra la decisión", dijo ayer su portavoz. La familia real, por su parte, probablemente presionará para evitar que ambas muertes se revisen en un único proceso judicial.
Burguess es el juez forense de la Casa Windsor pero, ayer, su oficina resaltó que actuará como representante del Ayuntamiento de Surrey en su investigación de las circunstancias de la muerte de Dodi. El portavoz del príncipe Carlos indicó, al mismo tiempo, que el heredero de la Corona británica prestará toda la ayuda necesaria en las diligencias oficiales en torno a la muerte de su ex esposa y su compañero del verano del año 1997.
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