'Benemeritor' explora los límites entre realidad y ficción

Un guardia civil en crisis: Bruno. Un hallazgo: una puerta, y tras su paso, una realidad ficticia donde este personaje, que interpreta Gustavo Salmerón, descubre que su vida es un guión cinematográfico. Una película que hace que su vida sea susceptible de ser retocada

si consigue convencer al director del filme para que cambie las líneas del script. Es decir, el cine dentro del cine. Todo eso bañado de guiños cómicos, dramáticos y de aventuras, es la idea central que da cuerpo al rodaje de Beneméritor, último día en el cuerpo.

Beneméritor no es igual a Terminator, a pesar de que su título imprima asociaciones automáticas con el lado más androide de Schwarzenegger. Sus líneas van por derroteros bien distintos. Es la compleja apuesta que el director novel Vicente Peñarrocha rueda desde el 18 de agosto y hasta el 4 de octubre en Madrid, respaldado por un sólido reparto que encabezan Gustavo Salmerón, Goya Toledo y José Coronado.

Coronado y Peñarrocha ya se conocían de la serie Periodistas, donde el uno era protagonista y el otro guionista. El encuentro ha sido posible gracias a que Eduardo Campoy, que supo de Peñarrocha por referencias de Agustín Díaz Yanes, decidió producir esta película junto a Tornasol, con un presupuesto de 2,5 millones de euros, por "la originalidad de su guión".

Goya Toledo y José Coronado, que compartieron reparto en La caja

507, interpretan dobles papeles cada uno: la actriz canaria es la mujer del guardia civil y además la actriz que la interpreta en la doble ficción de Beneméritor, y Coronado es el director de la película y un actor que interpreta a un escultor. ¿Complicado? Todos prometen que el montaje lo dejará claro. El guión cuenta entre sus principales bazas con una historia que el reparto y el director aseguran "sorprenderá al público por su carácter imprevisible".