Un retraso más en Alcoy

Los juzgados de Alcoy arrastran varias causas judiciales pendientes desde hace años. El caso del presunto autor del triple crimen de Benifallim es uno más de los que, por diversos motivos, se acumulan y retrasan en las dependencias judiciales de esta localidad alicantina.

El presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro, reconoció ayer que "si se separan las causas civiles y las penales, con magistrados distintos, quizá esta situación no se hubiera dado".

La rotación constante de los jueces es otra causa del retraso.Una abogada vinculada a la causa reconoció ayer: "Nunca sabemos a quien dirigirnos; cuando llega uno nuevo vuelve a empezar, y no avanzamos".

Además de este retraso, el sumario del caso Ardystil, síndrome laboral por inhalación de gases que causó la muerte a seis personas y afectó a un centenar de operarios, tardó 10 años de instrucción. El caso de la quiebra de la Caja de Crédito de Alcoy, con 1.500 acreedores, que perdieron sus ahorros familiares, tardó seis años de gestiones hasta que la juez declarara la quiebra fraudulenta de la entidad y se iniciara el proceso penal, todavía abierto. En el caso de Benifallim, la Audiencia de Alicante confía en que este juicio no se demore más allá del primer trimestre del año que viene. Magro aseguró que el juzgado instructor está a punto de concluir el sumario y se prevé que remita toda la documentación entre septiembre y octubre.

En cuanto a la decisión del juez de dictar la libertad del acusado al cumplir cuatro años en prisión preventiva, Magro la estimó "correcta" y recordó el compromiso del juez de "agilizar al máximo" la convocatoria de este juicio por el sistema de jurado, probablemente en tres meses.

Magro considera "aislada" la situación de demora de este caso, y dijo que era "lógica" la decisión del CGPJ de solicitar información sobre el retraso en la instrucción, aunque salió en defensa del juez instructor, que ha dado un impulso al proceso.

Lucía Jover, la abogada de oficio del único acusado, espera poder demostrar "la inocencia" de su cliente, Francisco Gómez Simón, quien aseguró ayer, respecto a su inicial confesión de culpabilidad ante la policía: "Me presionaron, pero soy inocente".