"La gente prefiere un kiwi a un coco, van a lo fácil"

Santi Rodríguez es el frutero machista de la exitosa serie televisiva Siete vidas. También es uno de los cómicos que han popularizado El club de la comedia y que aporta su peculiar humor hilarante en La noche de Fuentes y Cía. Ahora prepara el monólogo teatral A mí que me registren.

Pregunta. Con la que está cayendo, ¿no cree que falta más humor en esta sociedad?

Respuesta. Sí. Todo el humor que se eche es poco. A todo se le puede sacar chispa.

P. Como buen frutero de Siete vidas, ¿A qué político le daría un tomatazo?

R. No tengo tomates suficientes, me faltaría género. En la política actual se ha perdido el rumbo y hay un cierto desconcierto entre la gente. Por eso, lo mejor es comprar frutos secos, porque la fruta fresca está un poco podrida. Me gustaría parodiar a los políticos, lo que pasa es que son muy pocos los que se implican y casi te dejan solo. Pero eso no significa que sea apolítico, ni mucho menos.

P. Por cierto, ¿hay muchos políticos con siete vidas?

R. Sí, más de uno necesita unas cuantas collejas. Hay que renovar la era, pero del todo. Lo que hay actualmente no hay por dónde cogerlo. Al menos a mí no me llama la atención nada de lo que hay.

P. ¿Se imagina en un papel dramático?

R. En eso estoy, hay algo por ahí que aún no puedo adelantar porque no está cerrado. Es un reto que tengo que superar, aunque creo que tengo cualidades.

P. En La noche de Fuentes y Cía, ¿qué personajes le han llamado más la atención?

R. Por ejemplo, Joan Manuel Serrat o Concha Velasco por su naturalidad.

P. ¿Los tipos con gracia tienen más éxito que los ligones de playa?

R. Los tipos con gracia son gente cojonuda, pero en la playa se enseña la barriga y, claro, eso de que la belleza está en el interior no lo tengo muy claro. La gente prefiere un kiwi a un coco, van a lo fácil.

P. ¿Cómo eran los veranos de su infancia?

R. Con mis padres en Torredelmar y en Fuengirola, con mucha tranquilidad y jugando mucho. Le aconsejo a la gente que juegue mucho y que sean muy gamberros.

P. ¿El humor andaluz es más chispeante?

R. Estoy en contra de encasillar los humores. Las fronteras cada vez me gustan menos. Hay humor de personas.

P. No es igual ser gracioso que hacerse el gracioso.

R. Más vale caer en gracia que hacerse el gracioso. No hay un humor inteligente. No tiene sentido contar un chiste para uno mismo. A mí me gratifica que la gente se lo pase bien.