La danza vasca con marionetas, plato fuerte de la Quincena infantil

Un montaje que fusiona las danzas folclóricas vascas con el teatro de marionetas será la propuesta que ofrecerá la Quincena Musical donostiarra para el público infantil, que se desarrollará el próximo martes en la sala de Cámara del Kursaal. El espectáculo Marixe, panpinen baleta (Marixe, el ballet de las muñecas), preparado por la compañía Kresala, de San Sebastián, es un psicodrama protagonizado por marionetas y 35 bailarines que danzan al son de una amalgama de bailes tradicionales.

Marixe, representado por Kresala una decena de veces desde su estreneno en el Gastezena de 2002, narra "una fábula que discurre por una tierra imaginaria" en la que conviven "gigantescos enanos y personajes variopintos con osos, pájaros, cabras, ciempiés o gallos", explicó ayer el director del montaje, Faustino Aranzabal. El montaje, dirigido a niños mayores de cinco años, tiene un componente didáctico sobre "el cuidado del medio ambiente y los animales", afirmó Aitzol Iriondo, autor de la fábula. La función concluye con un eclipse solar y una fuerte carga emotiva para los espectadores. Kresala realizará dos pases, a las 18.00 y a las 20.00.

Dentro de la programación infantil de la Quicena Musical, el martes actuarán los payasos Gari, Montxo y Joselontxo, con su trabajo Nondago trukoa (Dónde está el truco), a partir de las 12.30 en la terraza del Ayuntamiento donostiarra. A la misma hora en el Paseo de la Zurriola, los payasos Kiko, Koko y Moko escenificarán Anai Alai (Hermano alegre), y Potxin eta Patxin ofrecerán en la plaza del Padre Vinuesa un espectáculo de música, baile y malabares.

Tango y música de cámara

El concierto espectáculo denominado Piazzolla: hora cero, coproducido por la Quincena Musical y el Festival de Torroella de Montgrí, donde fue estrenado el pasado 3 de agosto, sintetiza el baile del tango con la música compuesta por el compositor argentino Astor Piazzola, fallecido hace 11 años. La audición, incluida en el ciclo de música de cámara, se ofrecerá mañana a las 20.00 en el Kursaal.

El guitarrista y director musical de la obra, José Luis Bieito, explicó que este recital musical teatralizado conserva la esencia del tango argentino, aunque la coreografía creada por Keith Morino ha introducido variantes y "movimientos contemporáneos y sugerentes" sobre el baile argentino.

"No es un concierto a palo seco. Es un concierto con atmósfera, con ambiente y pinceladas teatrales", aseguró Bieito, que formará un trío con el pianista Daniel Espasa y la violinista Ane Matxain. El director de escena de la obra, Alfons Flores, explicó que las piezas bailadas tiene de fondo una "escenografía muy sencilla", donde "todo es de color rojo" y sólo existen "referentes canallas con el fin de ambientar los suburbios y los bajos fondos" de la sociedad.