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Crítica:CADILLAC CTS 2.6 V6 AUTOMÁTICO | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La visión americana de la exclusividad

El Cadillac CTS es la interpretación moderna de las berlinas más elitistas de Estados Unidos. Tiene una línea llamativa y poderosa, un interior amplio y aparente, y un comportamiento dinámico adaptado a los gustos europeos. Además incluye un equipo de serie muy completo y tiene un precio alto, aunque similar al de sus rivales.

La visión norteamericana del refinamiento y la exclusividad aplicada a una berlina de lujo. El Cadillac CTS es la alternativa de General Motors a las gamas medias de las marcas alemanas de prestigio (Audi A6, BMW Serie 5...), un coche de línea original que aspira a conquistar su hueco en Europa.

Cadillac es la división de lujo de General Motors y está afrontando una profunda renovación que busca reforzar su imagen y calidad para poder frenar a las marcas europeas más exclusivas, que cada año aumentan sus ventas en Estados Unidos. El plan prevé lanzar una nueva generación de berlinas de varios tamaños e incluye también todoterrenos espectaculares y grandes cupés exclusivos. El primer modelo que llega a nuestro continente es el CTS.

Más información
Adaptado a Europa

Línea poderosa y diferente

El Cadillac CTS mide 4,83 metros de largo, un tamaño casi compacto en Estados Unidos, aunque cercano al límite asumible en Europa (unos cinco metros) por las medidas de las plazas de garaje y las condiciones del tráfico.

Lo primero que destaca en este coche es su línea maciza, con mucha chapa y poco cristal. El frontal en cuña refleja las nuevas señas de identidad de la marca, con una parrilla de láminas horizontales y unos faros grandes y cuadrados. El lateral presenta un trazo ascendente que parte del capó delantero y delimita una cintura alta que se prolonga hasta el maletero. Y atrás lleva el capó en alto y unos pilotos verticales enormes.

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El CTS transmite una gran sensación de robustez y poderío desde todos los ángulos y aporta una imagen original y diferente, aunque algo recargada y sin la elegancia de sus rivales europeos. Pero a pesar de su volumen tiene una aerodinámica eficaz (CX: 0,30).

Amplio y aparatoso por dentro

El interior es bastante amplio e incluye unas butacas cómodas en las plazas delanteras. En cambio, atrás ofrece suficiente espacio para las piernas, pero no tanto como corresponde al tamaño del coche. Con el maletero sucede igual, aunque tiene unas formas muy aprovechables. El origen estadounidense se aprecia en detalles prácticos como los cinturones de seguridad integrados en los asientos, los posavasos en todas las plazas y las redes del maletero. Pero también tiene detalles superados: el mando a distancia no va integrado en la llave, delante no hay tiradores en el techo para agarrarse...

El diseño interior se desmarca también de las tendencias europeas. La consola, el salpicadero e incluso el volante y el pomo del cambio tienen un tamaño excesivo que hace resaltar más los plásticos. Pero, salvo estos detalles y el aspecto austero del volante y la consola central, algo pobres para un coche de esta categoría, el resto está bien acabado, con una instrumentación elegante y una calidad de materiales y ajustes satisfactoria que crea un ambiente cuidado. Todo esto, unido a unas suspensiones bien regladas que combinan con acierto estabilidad y confort, permite viajar en silencio y con comodidad, al menos si no se estiran mucho las marchas: el motor es ruidoso a alto régimen.

Dos motores de gasolina

La gama CTS incluye dos motores de gasolina con cambio manual o automático de cinco marchas: un moderno 2.6 V6 de 185 CV y un 3.2 V6 de 220 CV. Los precios son como los de sus rivales europeos e incluyen un completo equipo de serie: seis airbags, ABS, climatizador dual, asientos delanteros eléctricos y calefactados, radiocasete con cargador de CD y mandos en el volante, cuatro elevalunas eléctricos... Pero el ESP es opcional y se incluye en un paquete con la tapicería de piel, los faros de xenón y más detalles (3.250 euros).

Conclusión

El Cadillac CTS es una berlina de lujo diferente que destaca por su personalidad. Tiene una línea llamativa, un interior amplio y agradable y un buen equipo de serie. Además ofrece un comportamiento dinámico cómodo y seguro y unos precios competitivos.

La línea del Cadillac CTS no tiene nada en común con los modelos europeos de su tamaño. Las formas voluminosas, el frontal en cuña y la cintura elevada crean una imagen original y espectacular.
La línea del Cadillac CTS no tiene nada en común con los modelos europeos de su tamaño. Las formas voluminosas, el frontal en cuña y la cintura elevada crean una imagen original y espectacular.CÉSAR LUCAS ABREU

AL DETALLE

- IGUAL DE CARO QUE LOS DEMÁS

Aunque Cadillac es la marca de lujo de General Motors, el CTS no es más caro que las berlinas europeas de su tamaño. Su única carencia importante es el control de estabilidad ESP, que sus rivales incluyen de serie y se ofrece como opción en un paquete deportivo (3.500 euros). A cambio incluye detalles como los asientos delanteros eléctricos y cuesta 400 euros más que un Audi A6 equivalente y 300 más que el Vel Satis. Además es 200 euros más asequible que el Volvo S80 y 2.700 más barato que el Lancia Thesis, aunque el modelo italiano incluye de serie tapicería de Alcántara, ocho airbags, suspensión electrónica, mandos orales para el equipo de música...

El Cadillac aporta una línea muy original, un interior cuidado y una mecánica correcta, aunque con un cambio automático inferior a los secuenciales europeos y una mayor sonoridad a alto régimen.

- SOBRIO Y ALGO APARATOSO

Las medidas voluminosas del salpicadero y los mandos (volante, consola...) definen el diseño interior del Cadillac CTS, que tiene un aspecto un tanto aparatoso por dentro. Además hacen que destaquen demasiado los plásticos del frontal y restan empaque al conjunto. En cambio, la instrumentación es muy moderna y cuenta con unos asientos cómodos para viajar.

Las plazas traseras son amplias, pero, a pesar del tamaño generoso de la carrocería, no sobra espacio para las rodillas. Además, las puertas de atrás no tienen bandejas para objetos, aunque el apoyabrazos desplegable incluye dos posavasos y los respaldos de delante llevan detrás unas redes muy prácticas.

El nuevo Cadillac cuenta con soluciones muy funcionales, como los cinturones de seguridad integrados en los respaldos, pero presenta también algunos detalles superados: el tapón de gasolina tiene su propia llave y el mando a distancia va separado de la llave de contacto. Por lo demás, el maletero (420 litros) ofrece una capacidad correcta, pero no acorde con un coche que mide 4,8 metros de largo.

La zaga, elevada y con formas cuadradas, es muy original y refuerza la imagen de robustez. Destacan los pilotos y el marco transparente que rodea la matrícula.

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