La Generalitat promete créditos a bajo interés para los afectados por la gran tormenta de Osona

Créditos a bajo interés y ayudas directas para los afectados. Esta fue la promesa que ayer lanzó el consejero de Industria, Antoni Fernández Teixidó, durante su reunión con los alcaldes de los municipios afectados por el fenómeno meteorológico conocido como turbonada que afectó a Osona el pasado domingo. Algunos pueblos todavía tienen problemas con el suministro eléctrico, pero los alcaldes mostraron su satisfacción por el rápido restablecimiento del servicio en los núcleos urbanos. Ayer, otra tormenta con abundante granizo afectó el Pla de l'Estany.

Fernández Teixidó avanzó también que la Generalitat no quiere quedarse sola en la concesión de ayudas económicas. "Hemos acordado pedir la implicación de la Administración central y de la Diputación de Barcelona", aseguró. Las ayudas de la Generalitat se concretarán a lo largo de la próxima semana, cuando aparecerá en el Diario Oficial de la Generalitat un decreto que establecerá las condiciones en que se concederán las ayudas. El decreto se publicará el próximo martes y será el primero de una serie de anuncios públicos sobre las ayudas para cada sector.

Durante la reunión, los alcaldes y los representantes de la Generalitat hicieron una evaluación positiva del operativo de emergencia, aunque Fernández Teixidó pidió a los ciudadanos que no bajen la guardia y moderen el consumo eléctrico. En opinión del consejero, la red de distribución sigue siendo "fragil", algo que puede provocar nuevos apagones en los últimos días. Durante la tormenta se derrumbaron ocho torres de alta tensión.

El consejero también avanzó que los problemas de suministro estarán resueltos dentro de pocos días: "La próxima semana, cuando se reanude la actividad laboral, el servicio estará normalizado", aseguró. En la reunión de ayer, algunos ayuntamientos presentaron un presupuesto provisional después de evaluar parte de los daños, aunque la Generalitat no facilitará los datos hasta que exista un informe global. Los alcaldes, sin embargo, hablan de destrozos por valor de "cientos de millones de euros".

La actividad industrial y agrícola se ha visto especialmente afectada por el paso de la turbonada. Decenas de naves industriales quedaron inservibles a causa de la virulencia del viento, que se llevó tejados, derrumbó paredes y rompió los cristales. En las granjas el panorama no es diferente. Muchos corrales quedaron destruidos por la caída de árboles y muros de contención.

Por otra parte, una nueva tormenta afectó ayer la zona de la Selva y el Pla de l'Estany. Aunque no tuvo la misma virulencia que la del pasado domingo en Osona, el granizo castigó duramente algunos campos de cultivo. En la zona de Banyoles los trozos de hielo de la tormenta alcanzaron el tamaño de una pelota de tenis y hubo algunas inundaciones.