Comprar a medianoche

Amedianoche ya no sólo se puede encontrar al cerrajero o comprar flores, como ocurría hasta ahora en Barcelona y en otras grandes urbes. El paisaje de las ciudades sigue siendo el de un desierto comercial cuando cierran los grandes almacenes, pero algo empieza a cambiar aquí y ya es posible comprar de noche en algunas tiendas, como ya sucede en otras ciudades europeas o americanas. Son tiendas que venden casi de todo. Entre ellas se encuentran cadenas nocturnas que abren 18 horas al día, farmacias de guardia durante las 24 horas, modestos colmados con sus dueños al pie del cañón hasta altas horas y gasolineras convertidas en pequeñas tiendas.

Floristería Navarro, en la calle de València de Barcelona, fue pionera en abrir por la noche. "Han pasado casi 30 años", recuerda Juan Ferré, empleado de esta tienda. "Las flores abren muchas más puertas de noche de lo que nos pensamos y, además, curamos más que muchas farmacias", añade Ferré con una sonrisa. Su compañero Ricard Codina, que empezó en el negocio siendo un adolescente, dice que entre los clientes del establecimiento hay desde médicos que hacen guardia hasta taxistas, camareros y, en general, abundan los que trabajan de noche.

Más allá de las flores, las pequeñas tiendas de alimentación fueron las primeras en Barcelona en abrir a deshoras en Ciutat Vella. Ahora es habitual encontrar abiertas estas tiendas, con las estanterías bien ordenadas para poder comprar rápidamente desde carne hasta espaguetis pasando por fruta, pan y bebidas de todo tipo. En su gran mayoría estas tiendas están regentadas por inmigrantes. Ahora el fenómeno de abrir de noche se está extendiendo a las tiendas de tamaño mediano. Un ejemplo de tienda nocturna es la cadena Opencor, que tiene abiertas sus puertas 18 horas diarias, desde las 8.00 hasta las 2.00. La empresa, que pertenece al grupo de El Corte Inglés, afirma que está en un rápido proceso de expansión. Tiene abiertas 17 tiendas en Cataluña y 81 en España y prepara nuevas aperturas en los próximos meses. Son establecimientos de tamaño mediano, normalmente de unos 300 metros cuadrados, que venden productos de alimentación y droguería, libros y prensa, y también artículos de perfumería. Un portavoz de la empresa asegura que pese a los horarios intempestivos los precios de sus productos no están gravados. En Cataluña arrancaron hace dos años y medio y ya existe este tipo de tiendas en Barcelona, Gavà, Cerdanyola, Sabadell, Castelldefels, Tarragona y Terrassa.

Las farmacias son otro de los negocios que han cambiado sus horarios. En la provincia de Barcelona, por ejemplo, hay 23 farmacias que abren 24 horas al día y otras 150 que están abiertas durante 13 horas diarias, señala María Calvo, secretaria de la junta de gobierno del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. También están abiertas de noche las farmacias que hacen turnos de guardia ordinarios, "con lo que el servicio está perfectamente atendido", añade Calvo.

Las gasolineras se han convertido en algo más que en surtidores de combustible. Muchas son auténticas tiendas donde se puede encontrar multitud de artículos: comida, bebida, libros, revistas, productos de panadería, vídeos, casetes y hasta leña para la chimenea.

Muy reciente es la experiencia que ha puesto en marcha un grupo de comerciantes de Barcelona. En el pujante barrio del Born varias tiendas se han unido para abrir sus negocios una vez al mes coincidiendo con la luna llena entre las 23.00 horas y las 2.00. Son 50 establecimientos, desde peluquerías hasta negocios de ropa y galerías de arte. Una de sus principales animadoras, Llum Ventura, que regenta la peluquería La Pelu, dice que se pretende dar más vida al barrio para que esta zona de Barcelona se parezca más al Soho de Nueva York; al Chinatown, de San Francisco, o al Marais, en París, donde algunos comercios abren sus tiendas por la noche. La primera apertura de noche se produjo el pasado mes de junio y la siguiente será en septiembre después de las vacaciones de agosto.