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El ex presidente de Alstom devuelve 4,1 millones que cobró por despido

Bil ger dice que su decisión intenta evitar "ser objeto de escándalo"

Pierre Bilger, presidente director general (PDG) del grupo francés Alstom entre 1998 y el 2003, ha decidido devolver 4,1 millones de euros de indemnización por despido -un millón menos de lo recibido-, que había cobrado al ser reemplazado por Patrick Kron el pasado marzo. Bilger abandonó la sociedad, ahora bajo control público -con el 31,5% del capital-, en situación de casi suspensión de pagos y explica que toma esta decisión "para evitar ser objeto de escándalo".

La gestión de Bilger ha estado marcada por una serie de errores -opción por un tipo de turbinas que se han revelado no operativas, contratos con empresas poco solventes, inversiones financiadas a cuenta de beneficios futuros que nunca se han dado- y por el escándalo de esos millones recibidos como indemnización por despido.

Bilger, en una carta enviada a su sustituto, escribe: "He tomado esa decisión para no aparecer como objeto de escándalo ante los más de cien mil asalariados de Alstom", y también para "facilitarle la tarea [al nuevo presidente] en el momento en que el Estado entra en el capital de Alstom".

En la junta general del grupo, el pasado 2 de julio, los accionistas de Alstom denunciaron abiertamente la indemnización de 5,1 millones de euros acordada por la dirección con Bilger. Su sustitución se produjo nueve meses antes del plazo previsto en su contrato.

Despidos masivos

"Es chocante que, por una parte, los accionistas se vean en la ruina, que la sociedad tenga que despedir a miles de trabajadores y que, por otra, un dirigente se enriquezca", declaraba ayer Colette Neuville, representante legal de los accionistas minoritarios. La Asociación de Pequeños Propietarios de Activos anunció el pasado 12 de agosto que procedería a realizar una investigación para verificar si las cantidades percibidas por el ex presidente eran correctas.

Para Bilger, de 62 años, todo se complicó el pasado 6 de agosto, cuando el Estado francés decidió aportar 300 millones de euros en efectivo y convertirse, a través de otro tipo de avales, en propietario del 31,5% de Alstom, en contradicción con la filosofía liberal del Ejecutivo. De pronto la indemnización de Bilger ya no era pagada por los accionistas, sino por los contribuyentes. El grupo registró unas pérdidas netas de 1.380 millones de euros en el ejercicio 2002-2003.

En su momento se dijo que Bilger se marchaba de Alstom llevándose 5,1 millones de euros. Hoy la cantidad que él dice querer reembolsar es inferior en un millón de euros, y eso se explica porque "esa suma corresponde a mi salario de PDG durante el último año", dice en su misiva.

La iniciativa de Bilger se inscribe en un movimiento de moralización que afecta a los salarios y prebendas astronómicas que se otorgan los mismos dirigentes de las empresas, independientemente de sus resultados contables. Bilger es víctima también de la escandalosa indemnización que Jean-Marie Messier obtuvo -la decisión de hacerla efectiva está ante los tribunales- de Vivendi.

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