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Entrevista:ÁNGELES MUÑOZ | Portavoz del PP en Marbella | CRISIS EN EL AYUNTAMIENTO DE MARBELLA

"Gil manda ahora más que nunca"

Hace dos meses, Ángeles Muñoz, 43 años, dejó la secretaría ejecutiva del PP nacional para dedicarse más de lleno a su trabajo en la oposición en Marbella. No imaginaba que iba a tener que afrontar una de las más graves crisis por las que ha atravesado un ayuntamiento en España. No confía en que el nuevo gobierno municipal se guíe por otra cosa que no sean los interese personales, pero sostiene que la disolución de un ayuntamiento no se puede decidir por razones políticas.

Pregunta. Ha habido todo tipo de versiones sobre las razones de por qué el PP no ha estado en la moción de censura en Marbella, y la alcaldesa, Marisol Yagüe, insiste en que ustedes intentaron llegar a un acuerdo con ella antes de las elecciones.

"Si a Gil se le hubiese acabado dar licencias y cobrar maletines, habría desapardecido ya"
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Respuesta. Hay dos cosas que me sorprenden. Primero, que una alcaldesa empiece un mandato mitiendo para justificar la postura que ha tomado, y segundo, que su única obsesión sea explicar los motivos de por qué el PP no ha estado en la moción de censura, y han inventado de todo. Gil dijo que no estábamos en el pacto porque estaba el PSOE, después que era porque yo estaba en Austria esquiando, que ya es inventiva, y luego que es que queríamos la alcaldía. Hay una cosa que es clara y evidente: no hemos estado en la moción de censura. Y no hemos estado porque no íbamos a vender ni a traicionar a los ciudadanos de Marbella, que es lo que ha pasado aquí, se ha jugado con sus intereses a favor de otros más oscuros de las personas del entorno de Gil. Hay que reconocer que en política, si hay una situación mala, se puede cambiar. El PP no apoyaba al anterior gobierno, cualquier otra fórmula diferente la hubíeramos avalado pero siempre y cuando hubieramos visto que iba a suponer un cambio radical. Pero cuando nos llamaron para hablar no podíamos imaginar que destrás de todo estaba Roca [el ex generte de Urbanismo y hombre de confianza de Jesús Gil], a quien pusieron de interlocutor, y no podíamos estar en un pacto con él.

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P. ¿Habló en algún momento con Yagüe sobre el asunto?

R. Después de presentar la moción de censura, el sábado por la mañana, me llamó y me dijo que ella no quería estar con Isabel García Marcos y que hubiera querido estar con el PP. Le dije que si era capaz de decir claramente por escrito que ni Roca ni los intereses de Gil van a estar presentes en el Ayuntamiento, el PP hablaría con el nuevo gobierno. Pero nunca más me ha vuelto a llamar y está claro que el PP no entra en un gobierno en el que Gil manda más que nunca.

P. ¿A qué cree que responde la decisión de Carlos Fernández e Isabel García Marcos?

R. Tiene poca explicación, y tendremos que seguir pidiéndosela porque hasta la fecha no la han dado. El trasfondo no se conoce y eso induce a pensar que los intereses ocultos, económicos, o urbanísticos han sido más fuerte que la ética o los principios.

P. ¿Cree que ha habido compra de voluntades?

R. La compra de voluntades se puede dar de muchas maneras, puede ser con dinero o proponiendo una situación o estatus diferente. Cualqiera de estas posiciones me sirve, cuando alguien cambia tan radicalmente y no lo justifica, es que algo a cambio debe haber, no se si habrá sido dinero, querer mandar o si hay grupos de presión detrás de ellos que le obligaran a tomar esta decisión, pero está claro que no representan ni a los intereses de Marbella ni a los de su partido.

P. ¿De verdad cree el PP que el PSOE estaba détrás de la moción de censura?

R. El PSOE está en una situación en la que se entera poco de lo que ocurre porque hay poco liderazgo y poca dirección política. Isabel García Marcos y el PSOE de Marbella tuvieron claras discrepancias por las listas electorales que ya venían de antiguo, y el PSOE de Málaga no se ha dado cuenta de lo que estaba pasando o no lo ha querido saber ni ha querido tomar cartas en el asunto en una situación insostenible en su propio partido.

P. ¿Es partidaria de la disolución del Ayuntamiento?

R. Hay que hacer planteamientos políticos por un lado y técnicos y jurídicos por otro. Creo que la disolución de un ayuntamiento nunca puede ser por una crisis política, porque los supuestos son muy claros. No hay que mezclar los dos temas. Por un lado hay que ver qué actuaciones se pueden adoptar en el ámbito político, y es donde los partidos nos tenemos que pronunciar, y por otro las administraciones e instituciones deben ver si existen las condiciones para la disolución y avalarlo con los informes necesarios. Es verdad que la crisis política institucional que vive Marbella es muy importante, la gente se siente ultrajada, estafada y manipulada y entiendo que pidan la disolución y otras elecciones, pero hay que ser muy cauteloso a la hora de tomar una medida que es excepcional.

P. ¿Y qué respuestas caben en el ámbito político?

R. Creo que el PP es ahora mismo el único partido al que el pueblo considera legítimo para representar sus intereses. Vamos a trabajar en la oposición muy duro para tratar de sacar a la luz cual es la situación real del Ayuntamiento y dejar en evidencia a este gobierno que nace con unos intereses que se tendrán que esclarecer.

P. ¿Hay que conceder al nuevo gobierno municipal el beneficio de la duda?

R. Yo no tengo ninguna duda de lo que va a pasar, y si la hubiéramos tenido se han encargado de despejarla. Lo primero que hicieron tras la toma de posesión fue ver como cambiaban los cargos de confianza, volvieron a poner al frente de los medios de comunicación a una persona que ha injuriado de manera muy grave y contra la que se han querellado tanto Isabel García Marcos como Carlos Fernández, y se sentaron a planear el futuro de Marbella con el responsable máximo de la política urbanística de caos absoluto que ha tenido esta ciudad. Esos tres pasos dejan muy claro las formas de gobernar de este gobierno, no cabe ninguna duda. Lo que me sorprende es que lo hayan hecho con tanta prepotencia, esas son las formas de gobernar a las que nos tiene acostumbrados Gil.

P. ¿No cree que los partidos democráticos y las instituciones tienen parte de responsabilidad en lo que ha ocurrido en estos años en Marbella?

R. Sin eludir las responsabilidades que podamos tener los partidos y las instituciones, la realidad es que las formas de hacer política de Gil y su equipo de utilizar todos los medios a su favor y sin importarles para nada la legislación no tiene precedentes en nuestro país. Tenemos un sistema garantista en el que hay que probar la culpabilidad, por lo cual los procedimientos han sido muy largos. El uso continuado de todo lo que está al servicio de la administración, como los medios de comunicación, o colocar a cualquier persona para comprarle su voluntad, o hacer una campaña a nivel personal mintiendo y ofreciendo un espejismo a los ciudadanos atribuyéndose todos los méritos del despegue económico de la ciudad, ha hecho que muchos ciudadanos pensaran que la opción era válida. Pero creo que eso se cae porque la gente empieza a darse cuenta de que es una gran mentira. Lo que si me hubiera gustado es que la Junta, que tiene competencias suficientes en materia urbanística para actuar de forma más contundente en Marbella, lo hubiera hecho antes. Si a Gil se le hubiera acabado el negocio urbanístico y la posibilidad de seguir dando licencias y cobrando por debajo maletines, probablemente habría desaparecido ya.

P. ¿Puede afectar esta crisis a los intereses turísticos de la Costa del Sol?

R. Mucho. Será una de las cuestiones que habrá que valorar en profundidad. Marbella tiene una imagen internacional, en muchos sitios es igual que España, y la situación de inestabilidad política, urbanística y jurídica hace que al final se vea como algo compartido para el resto de España, no sólo perjudica a los intereses de Marbella, sino al ámbito turístico en general.

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